"(...) Die Linke, la tercera fuerza del Bundestag, ha anunciado su apoyo al
referéndum secesionista. ¿El de Baviera? No del catalán. También han
expresado su solidaridad con Carme Forcadell. El comité ejecutivo ha
aprobado, por unanimidad, apoyar el derecho a decidir de Cataluña.
Expresan del mismo modo su solidaridad con los movimientos sociales que
entienden el referéndum como mecanismo para la “transformación
democrática y social” de la sociedad catalana. Reclaman, por otra parte,
que el Gobierno alemán dé apoyo a las demandas secesionistas y plante
cara al Gobierno español. (...)
¿Cuáles son las fuentes que usa Die Linke en este caso para sus
reflexiones y análisis? ¿Las de sus compañeros del grupo europeo? ¿Está
también Die Linke por el derecho de autodeterminación de Baviera o del
Norte de Italia?
¿Sabe Die Linke quienes dirigen y apoyan este
movimiento secesionista en una de las comunidades españolas con mayor
renta per capita y con mayores desigualdades sociales y con mayor
destrucción neoliberal de la sanidad y la educación públicas? ¿Lo sabe o
no lo sabe?
Tal vez sea oportuno recordar el punto octavo de las
condiciones para ser miembro del Komintern:
“Los partidos comunistas de
países en los que la burguesía está en posesión de colonias y oprime
otras naciones es necesario que tengan una actitud particularmente
explícita y clara sobre la cuestión de las colonias y los pueblos
oprimidos. Todo partido que quiera formar parte de la Internacional
Comunista tiene la obligación de desenmascarar los trucos y engaños de
sus "propios" imperialistas en las colonias, de apoyar no solo de
palabra sino con hechos todo movimiento de liberación en las colonias,
de pedir que los imperialistas de su país sean expulsados de tales
colonias, de infundir en los trabajadores de su propio país una actitud
de verdadera fraternidad con los trabajadores de las colonias y los
pueblos oprimidos, y de hacer sistemáticamente una labor de propaganda
entre las tropas de su propio país para que no colaboren con la opresión
de los pueblos coloniales”.
¿Qué es Catalunya en opinión de
Die Linke? ¿Una colonia, un pueblo oprimido, una comunidad explotada y
oprimida por los imperialistas españoles? ¿De verdad que aún estamos en
estas? Si Rosa Luxemburg levantara la cabeza. (...)
El tema de hoy. De una entrevista a Costas Lapavitsas que lleva este
titular: “Syriza ha traicionado las clases populares y ha matado la esperanza” [2]. El entrevistador y traductor es Pau Llonch.
Empecemos por su pregunta: “Por
último, crees que las demandas de soberanía nacional del pueblo
catalán, siempre que se vertebren en un eje opuesto al de la extrema
derecha -la voluntad de acoger refugiados, por ejemplo, es una muestra-,
pueden apuntar hacia lo que crees que hoy hay que defender en un
sentido progresista?”
Dejemos lo del “sentido
progresista”, que no es esencial ahora. ¿Por qué habla Llonch de las
demandas de soberanía del pueblo catalán? Lo que hay realmente, como es sabido, es una demanda -que esconde una destacada voluntad de poder- de un sector del pueblo catalán no mayoritario dirigido y hegemonizado
por un sector de la burguesía catalana, la nacionalista, a favor de un
invento creado en laboratorios políticos llamado derecho a decidir o de otras finalidades cuando la situación lo requiere.
¿No tiene soberanía el pueblo catalán en determinados ámbitos? ¿Quién impide ejercer su soberanía al pueblo catalán en conjunción con el resto de pueblos españoles para decidir, por ejemplo, sobre el TTIP? ¿ España o la exCDC?
Por lo demás, la voluntad de recoger refugiados a la que se apela se ha
concretado en nada o en muy poco. Sirvió, publicísticamente, para
desmarcarse no del gobierno del PP sino de la España casposa y rancia.
Ya han pasado página, nadie habla del tema.
Tras la pregunta, la respuesta de Lapavitsas [CL], de quien tanto hemos aprendido sobre la situación política griega y las agresiones de los grandes poderes de la UE, fue la siguiente:
1. “No me atrevería a dar consejos a nadie. Conozco bastante la
situación catalana a través de compañeros catalanes y españoles con los
que he conversado, pero quiero ser respetuoso”.
No hay
consejos, impera el respeto. La fuente de información deben ser los
eurodiputados y líderes de las izquierdas españolas que,
incomprensiblemente, siguen apostando por la vía política que defiende
la burguesía nacionalista catalana.
Es más que extraño que Lapavitsas
hable de “compañeros catalanes y españoles”. ¿Una aportación creativa
del entrevistador y traductor? Si no es así, la comida de tarro a CL es
de manual. ¿Qué presupone ese “catalanes y españoles”?
2. “Dicho
esto, creo que la situación catalana es muy interesante e importante
para Europa. Hay una condensación de tendencias, presiones y fuerzas que
hacen que Cataluña sea una especie de microcosmos de Europa.
Y esto
coloca un carga enorme sobre los hombros del pueblo catalán. En primer
lugar, soy bastante clásico y ortodoxo: si el pueblo de Cataluña quiere
la independencia, tiene el derecho de obtenerla. El derecho de
autodeterminación y de independizarse es indudable”.
¿Interesante e importante para Europa? Sin duda. Pero, ¿desde qué punto
de vista? ¿Defendiendo qué? ¿Alertando los vientos turbulentos de los
viejos y nuevos nacionalismos? ¿Qué condensación de tendencias,
presiones y fuerzas hacen que Cataluña sea una especie de microcosmos de
Europa? ¿Qué tipo de microcosmos europeo es .Cat?
¿El de gente rica que
se quiere separar de gente pobre excusándose en que España les oprime y
explota y ellos no son libres para ejercer su total dominio sobre la
que consideran finca propia? ¿No es evidente que estamos ante una
descarnada lucha de poder vestida con ropajes
democráticos-muy-democráticos?
¿Qué carga enorme se coloca sobre
los hombros del pueblo catalán del que se sigue hablando en general,
sin matices ni divisiones? ¿La carga de defender la unidad de los
pueblos, la unidad de un demos resistente, o la de levantar un
muro-estado entre pueblos hermanos y unidos fraternalmente por millones y
millones de lazos e historia?
CL dice ser bastante clásico y
ortodoxo: “si el pueblo de Cataluña quiere la independencia, tiene el
derecho de obtenerla. El derecho de autodeterminación y de
independizarse es indudable”. ¿Indudable? ¿Por qué indudable? ¿Tiene
también ese derecho el “pueblo ateniense” por ejemplo? ¿Y por qué no, si
fuera no la respuesta, y el “pueblo catalán” sí?
Por lo demás, conviene
insistir, no es el pueblo de Cataluña quien quiere la independencia
(recordemos el 9N) sino un sector, importante sin duda, de ese pueblo
que, a pesar de la intoxicación educativa-informativa por babor y
estribor durante décadas y décadas, no es mayoritario.
3. “La
cuestión es: ¿qué significa en la práctica? Y que significa para las
relaciones entre trabajo y capital? Hay muchas maneras de ganar la
independencia y tu has señalado algunas [hemos hablado del amplio
espectro entre PDEcat a la CUP]. Pero el tema es más complejo porque, si
te quedas en la Unión Europea, puede que el hecho de ganar la
independencia de España no te dé tanta independencia como imaginas”.
Sin duda, es sabido por todos lo que señala CL sobre la independencia
catalana de España y la vinculación-dependencia a la UE que las dos
fuerzas mayoritarias secesionistas sostienen. De independencia real nada
de nada.
Sea como fuere, qué significa en la práctica pregunta
CL. Pues evidente: levantar un muro de separación entre la clase obrera
en Cataluña y la del resto de España. Debilita la unidad y la fuerza de
los sectores desfavorecidos, y es más que útil para los planes de las
burguesías de ambas Patrias. En síntesis: ayuda a las estrategias del
capital y debilita las luchas de resistencia del mundo del trabajo.
¿Alguna duda sobre ello? ¿Qué puede surgir de un movimiento social
levantado contra España y su ineficacia y opresión?
El problema,
comenta CL, “debe resolverse a diferentes niveles. Aquellos que desean
alcanzar la independencia nos tienen que decir qué significa esto en el
contexto de la UE, sobre todo si seguimos dentro del euro, esto implica
una restricción directa de la soberanía”.
Ya lo han dicho, las
fuerzas secesionistas mayoritarias ya lo han dicho. Quieren seguir
formando parte de la UE, de la eurozona, aspiran a ser la Dinamarca o la
Alemania del Mediterráneo como han manifestado sus portavoces en
repetidas ocasiones.
De ruptura con el capital europeo hegemónico, nada
de nada. Son de la misma cuerda, les alimenta la misma visión
neoliberal. No les importa ser dependientes de la UE; lo que cuenta para
ellos es no serlo de lo que llaman “Estado español”. Es otra
característica del movimiento, no sólo de la mayoría de sus dirigentes
digan lo que digan: son, si se rasca un poco, profundamente
antiespañoles.
Para ellos, Machado, Lorca, Sacristán, Carmen Martín
Gaite, Cernuda, Sampedro, Rosa Chacel, Jorge Riechmann son lo mismo que
Queipo, Franco, Carrero Blanco, Aznar, Aguirre o Cifuentes: ¡unos
españoles de mierda que han explotado y explotan al pueblo de Joan
Antoni Samaranch, Josep Maria de Porcioles o Jordi Pujol el mayor
defradudor del reino!
Por lo demás, ¿conoce CL algún escrito,
algún manifiesto, algún texto de las fuerzas de Junts pel Sí a favor de
la lucha del pueblo griego y en contra de las políticas criminales de la
UE? (...)" (Salvador López Arnal , Rebelión, 08/04/17)
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