29/7/16

Podem Catalunya no está confluyendo con el separatismo, pues ambos grupos han entrado en línea de colisión en la lucha por la hegemonía

"(...) La lectura atenta de los 11 puntos de la comisión del Proceso Constituyente no deja lugar a dudas: se anuncia un golpe al sistema democrático. Pese a su falta de legitimidad, el separatismo está decidido a ir hasta el final. 

El objetivo es forzar la realidad hasta adaptarla a sus deseos. El camino que va a intentar recorrer está trazado: aprobación de las leyes de desconexión, que no serían susceptibles de “control, suspensión o impugnación” por ningún tribunal, se afirma en el punto 7 de las conclusiones; y de un “mecanismo unilateral para activar la convocatoria de una asamblea constituyente”. 

A partir de ahí, las decisiones del nuevo poder serían de “obligado cumplimiento para cualquier persona física o jurídica”, mientras se elabora y vota la Constitución catalana. 

No hay duda de que se trata de una fantasía absolutista, cuyo intento de materialización supondría un auténtico salto en el vacío, tal como criticó con dureza el dirigente de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela, partidario de impulsar un debate ciudadano para repensarlo todo, pero contrario a la vía predeterminada y unilateral de las conclusiones. 

La buena nueva es que la retórica constituyente de los socios de Pablo Iglesias en Cataluña no está confluyendo con el separatismo, pues ambos grupos han entrado en línea de colisión en la lucha por la hegemonía. Y ello pese a que el resultado del 26-J supuso la derrota del referéndum legal propuesta por En Comú Podem.

Sabemos que en 2017 habrá nuevas elecciones y que el independentismo, aunque agotado y dividido, está obligado a intentar imponer de nuevo un relato plebiscitario, ahora en forma de convocatoria constituyente. Puede que Carles Puigdemont sucumba a la idea de celebrar entretanto un referéndum unilateral, propuesta que apoya un importante sector del secesionismo, incluida la ANC. 

Podría así blindarse el apoyo de la CUP en la moción de confianza que debe superar en septiembre. Sea como sea, sabemos que el choque con la legalidad constitucional es inevitable. Convendría que PSOE y PP dejaran atrás las ganas de engañarse para afrontar ya ese escenario con todas sus consecuencias."              (Joaquím Coll, El País, 28/07/16)

No hay comentarios: