"(...) la CUP parece dispuesta a acabar con la prolongada espera del procés y poner en marcha de modo inmediato y sin marcha atrás el proceso de desconexión con España, lo cual puede desatar las contradicciones internas de Junts per Sí, particularmente entre el sector posibilista de Convergència y el maximalista de ERC.
Compás de espera
Las dificultades para alcanzar un acuerdo entre Junts pel Sí y CUP, unido a la proximidad de las legislativas españolas, apuntan a que la política catalana se instalará en un compás de espera hasta los comicios estatales, que podrían facilitar una vía de diálogo o enconar aún más el conflicto.
El primer supuesto pasaría por un ejecutivo de coalición o un pacto de legislatura entre PSOE o Podemos; en el segundo, un gobierno o un acuerdo de legislatura bajo la presidencia del PP o PSOE pero con el concurso de Ciutatans.
Esto sin descartar un resultado endiablado, donde una eventual reedición de Junts pel Sí a las cámaras españolas dis- pusiera de la llave de gobernabilidad del Estado como en los tiempos de Jordi Pujol.
La contradictoria victoria de las fuerzas que han ganado las pero han perdido el plebiscito, se alza como un escollo difícil de sortear para emprender por la vía rápida la ruta hacia la secesión que, desde luego, no contaría con el reconocimiento de la comunidad internacional y que, como se ha prefigurado en estos comicios, podría cristalizar en una efectiva fractura social.
Ahora bien, la única propuesta de Convergència y sus aliados en Junts pel Sí el 27S ha sido precisamente la consecución prácticamente inmediata, en 18 meses, de la independencia.
Esto les aísla de cualquier aliado parlamentario excepto la CUP, lo cual dibuja un panorama de extremada inestabilidad, incluso en el caso de que la formación de la izquierda independentista decidiera ceder a la presión e invistiera a Mas.
Finalmente, no hemos de perder de vista otro supuesto. Acaso el objetivo de Convergència, que tras la etapa pujolista está abocada a la refundación, no sea conseguir el Estado pro- pio, cuya extrema improbabilidad no puede ignorar, sino construir una nueva formación hegemónica de la política catalana donde se catalizarían las aspiraciones de las clases medias y donde el objetivo de la independencia proporcionaría aliento y munición política a una generación."
(A. Santamaría: 27S Entre el empate infinito y la ingobernabilidad (publicado en El Viejo Topo nov. 2015), en Armando Fernández Steinko, 03/11/15)
Compás de espera
Las dificultades para alcanzar un acuerdo entre Junts pel Sí y CUP, unido a la proximidad de las legislativas españolas, apuntan a que la política catalana se instalará en un compás de espera hasta los comicios estatales, que podrían facilitar una vía de diálogo o enconar aún más el conflicto.
El primer supuesto pasaría por un ejecutivo de coalición o un pacto de legislatura entre PSOE o Podemos; en el segundo, un gobierno o un acuerdo de legislatura bajo la presidencia del PP o PSOE pero con el concurso de Ciutatans.
Esto sin descartar un resultado endiablado, donde una eventual reedición de Junts pel Sí a las cámaras españolas dis- pusiera de la llave de gobernabilidad del Estado como en los tiempos de Jordi Pujol.
La contradictoria victoria de las fuerzas que han ganado las pero han perdido el plebiscito, se alza como un escollo difícil de sortear para emprender por la vía rápida la ruta hacia la secesión que, desde luego, no contaría con el reconocimiento de la comunidad internacional y que, como se ha prefigurado en estos comicios, podría cristalizar en una efectiva fractura social.
Ahora bien, la única propuesta de Convergència y sus aliados en Junts pel Sí el 27S ha sido precisamente la consecución prácticamente inmediata, en 18 meses, de la independencia.
Esto les aísla de cualquier aliado parlamentario excepto la CUP, lo cual dibuja un panorama de extremada inestabilidad, incluso en el caso de que la formación de la izquierda independentista decidiera ceder a la presión e invistiera a Mas.
Finalmente, no hemos de perder de vista otro supuesto. Acaso el objetivo de Convergència, que tras la etapa pujolista está abocada a la refundación, no sea conseguir el Estado pro- pio, cuya extrema improbabilidad no puede ignorar, sino construir una nueva formación hegemónica de la política catalana donde se catalizarían las aspiraciones de las clases medias y donde el objetivo de la independencia proporcionaría aliento y munición política a una generación."
(A. Santamaría: 27S Entre el empate infinito y la ingobernabilidad (publicado en El Viejo Topo nov. 2015), en Armando Fernández Steinko, 03/11/15)
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