"El escritor peruano Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) ha dado una alerta sobre la situación de los autores latinoamericanos en Cataluña.
“Los escritores, editores y periodistas de América Latina están
abandonando Barcelona”, escribió el pasado jueves en una tribuna de este
periódico. “He pasado tiempo creyendo que se marchaban de España por la crisis. Pero ahí me encontré con que muchos de ellos se han trasladado a Madrid”, sentenció.(...)
"Renato Cisneros:
(...) siento que la magnífica ciudad que es Barcelona se está convirtiendo en eso que tan bien ha descrito Santiago Roncagliolo en su más reciente columna: un circuito cada vez más hostil para quienes aún soñamos con ganarnos la vida escribiendo en español.
"Ana Nuño: “El peaje siempre es hablar solo en catalán y denostar a España”
(...) En Madrid, a ningún responsable de un centro cultural se le ocurre
programar determinadas actividades solo porque representan los valores
del “territorio”, un eufemismo cada vez más utilizado en Barcelona para
no decir abiertamente que lo que se pretende es fomentar lo catalán.
(...) En Barcelona, donde el nacionalismo lo ha infectado todo, esas
“afinidades electivas”, siempre diversas y complejas, que te llevan a
trabajar con otros escritores o editores o artistas o gestores
culturales, han quedado reducidas a dos, que en realidad son anverso y
reverso de una sola: o estás a favor de la “construcción nacional” de
una Cataluña independiente, o estás en contra. Y según como y donde te
sitúes, así te irá.
(...) Ya era notable la presión del nacionalismo catalán, pero actuaba
sobre todo en las instituciones oficiales y en la enseñanza pública. Lo
que ahora se conoce como sociedad civil parecía inmune a la propaganda
de los nacionalistas en el poder (el pujolismo), y el
independentismo era cosa de media docena de chiflados (los restos de
Terra Lliure, ERC, algunos sectores de ICV). Y el PSC no había iniciado
su deriva nacionalista, en la que sigue enfangado.
¿Cómo ha cambiado la situación del escritor latinoamericano en esta ciudad desde entonces?
Me parece que su situación es muy parecida a la de cualquier escritor
de lengua española. Vivimos en una especie de gueto, el editorial, con
cada vez menos posibilidades de ganarnos la vida. Sí, siempre puedes
ganártela traduciendo. Eso sí, mal. Conviene recordar que en toda
España, no solo en Barcelona, la mayoría de editores sigue sin
comprender el valor de la traducción literaria; los plazos son de
escándalo, las tarifas dignas del servicio doméstico.
Pero a miserias como esta –que, de nuevo, son el pan nuestro en
España– se añade, para quien escribe en español y vive en Barcelona, la
obligatoriedad del catalán para trabajar fuera del menguante gueto
editorial. En un centro cultural, por ejemplo, o para participar en
debates de radio o televisión. Y encima, con la doctrina
nacional-independentista, ahora ya ni con eso basta: además hay que
hacer pública profesión de fe nacionalista.
Sobre todo si no has nacido
aquí. Hay en Barcelona más de una argentina y algún que otro inglés que
han aprendido la lección, y les va bastante bien. Eso sí, el peaje a
pagar es siempre el mismo: expresarse únicamente en catalán, denostar a
España, ensalzar una Cataluña tan mítica como excluyente.
"Juan Cárdenas:
(...) ¿Por qué no consideró irse a Barcelona, que, con el antecedente del boom, parecería un destino tan deseable?
Nunca me atrajo Barcelona. Cuando yo tenía veinte años y quería ser escritor, Barcelona era sinónimo de buen gusto, de diseño, de sofisticación. Y todo eso me producía sospecha.
¿Quién querría ser escritor en un lugar así, tan cool?
Por otro lado creo que Santiago Roncagliolo tiene toda la razón.
Las
aspiraciones cosmopolitas del nacionalismo catalán de élite,
representado por CiU, se han revelado a la larga como un doble retorcido
del provincialismo franquista. Quieren dejar de ser españoles y ya se
sabe que lo reprimido regresa en forma de síntoma. Mi solidaridad va
hacia el nacionalismo catalán plebeyo, sucio, charnego, verdaderamente
cosmopolita. Pero no sé si todavía existe ese nacionalismo. Ojalá. (...)
Aurelio Major:
"(...) ¿Cómo ha cambiado la situación del escritor latinoamericano en esta ciudad?
Estoy con Cabrera Infante: el escritor “latinoamericano” no existe,
¿quién escribe en latín? Se han marchado escritores nicaragüenses como Rubén Darío, argentinos como Marcelo Cohen, colombianos como R. H. Moreno Durán,
y dentro de poco tal vez hasta los cubanos. No hay que dramatizar
tanto. A mí nadie me echará de mi ciudad.
Eso sí, me parece mucho más
grave y moralmente intolerable que a los escritores que escriben en
catalán se les margine institucionalmente aquí en Cataluña por no
comulgar con el secesionismo. Parece que de cuando en cuando España
necesita expulsar a su gente.
O quizás sea que tanta escenificación política ha hecho a esta ciudad
más filistea, y más farisea. El año pasado un periódico recriminó la
conducta de las instituciones culturales catalanas por haber dado nulo
apoyo a una exposición que documentó la relación de Octavio Paz con
Cataluña, con sus escritores y artistas, en catalán y en español, desde
1937."
(El nacionalismo enfría el idilio de los autores latinos con Cataluña,
Felipe Sánchez
, El País, Madrid
30 JUL 2015)
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