"(...) El follón de las pensiones y el paro viene tanto por quien las genera
como por quien las paga. En el supuesto teóricamente coherente de que
siempre se han generado en España --Cataluña como país no existe hasta
el día siguiente de su proclamación-- deberían ser pagadas por España.
Aquí el primer pequeño apunte.
El paro --excepto convenio bilateral--
debe cobrarse siempre en España por el denominado compromiso de
actividad, a riesgo de perderse o extinguirse. Las pensiones, por su
contra, a día de hoy, pueden cobrarse en cualquier país, siempre a
expensas del descuento del IRPF de España.
La gran duda, o el gran follón, es qué tipo de pensiones asumiría el
nuevo país: ¿Las cotizadas en empresas en Cataluña? ¿Sólo las futuras
desde el día primero? ¿Todas las pasadas aunque no hayan generado
ingresos en el nuevo país? Artur Mas, el astuto, siempre va más allá en
la mentira y la fabula. Dice que, además, los pensionistas catalanes
cobrarían más dinero.
Asume entonces un escenario ilógico donde 'obliga'
a aquellos que han cotizado en lo que sería España a renunciar a su
cobro del Gobierno español para cobrar del catalán. ¿Bajo qué concepto
no cotizado en Cataluña van a cobrar? ¿Y, además, por qué van a cobrar
más? Es una nueva artimaña de Artur Mas.
Porque, aunque suene a perogrullo, nadie duda de que, si alguien ha
trabajado y cotizado en Suiza, Suecia o Australia, deje de cobrar porque
cambie su nacionalidad. Los pagos de pensión no están afectos por los
cambios de nacionalidad, sea kosovar, inglesa, española o catalana.
Y
eso implica que, si no se genera una nueva cotización, el Gobierno de
Mas no puede subir unas pensiones que no pagará. Otra es que establezca
una renta universal para aquellos pensionistas con cobros desde el
extranjero, España.
Esto nos lleva a un escenario también nuevo. El cobro de las
pensiones quedará a expensas de una legislación española que el Gobierno
de Mas tampoco puede controlar. Y el Gobierno español, para controlar
su propio gasto --no parece lógico que se paguen millones de pensiones
para ser gastadas en un segundo país--, podría establecer mecanismos
para que el cobro sea en territorio español o un país de la Unión
Europea. O, peor aún, algún tipo de impuesto adicional sobre las mismas
para compensar su pago. Feo, dirá alguno, pero lógico.
La conclusión final, como decimos, es que es un auténtico follón.
Pero un follón con un tema clave: Artur Mas y su país independiente no
tendrán control de esas pensiones y esos paros. Raramente, pues, puede
decir que serán mejores o peores.
Además, la desaceleración de una
ruptura las pondría en riesgo y, bien es cierto, que nadie dudará, en
ese caso, de que las medidas del Gobierno español tenderían a beneficiar
a sus ciudadanos, no a ciudadanos de terceros países. Otro tema sin
lugar a dudas candente y sobre el que ningún partido habla. Quizás
estemos delante de la campaña más opaca de la historia de Cataluña." (Carles Enric López , Crónica Global, 19/09/2015)
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