Para reformar el Estatuto, o para aprobar una ley electoral catalana, se necesitan más escaños que los que Mas pide para proclamar la independencia

"El Plan de Artur Mas no es una alternativa a la consulta, es una estafa. Una estafa democrática, política y social  (...)

Pero también es una estafa para la mayoría de escaños que se considera necesaria. Para reformar el Estatuto, o aún menos relevante, para aprobar una ley electoral catalana, se necesitan más escaños que los que Mas pide para proclamar la independencia (la mayoría absoluta). 

Y finalmente porque unas elecciones plebiscitarias impiden un debate normalizado, y específico, aceptado por todas las fuerzas políticas, sobre la relación entre Cataluña y España. Un verdadero fraude.  (...)

 Con esta formulación se pretende evitar hacer balance de la acción de este gobierno, que ha sido un fracaso absoluto en todos los sentidos, y esconder otros ejes de confrontación política, como el que contrapone izquierda y derecha.  

Pero además supone un chantaje al resto de partidos y, de manera muy especial, a los independentistas y los que han defendido el derecho a decidir: o acepta mi plan, nos viene a decir Mas, o no pienso dar un paso más en el proceso. O yo o ya os lo podéis hacer encima hasta el 2016. Del Plan de Mas se pueden decir muchas cosas, pero en absoluto que sea una oferta generosa por nadie más que por él.  (...)

La ciudadanía de izquierdas queda, aquí en medio, como un hospedaje indefenso en manos del electoralismo más perverso, entre bajar la cabeza ante Rajoy o entronizar a Mas. No haber sabido evitar esta disyuntiva dramática es, en parte, responsabilidad del resto de partidos que han acompañado el proceso.  (...)

Y finalmente el plan de Mas es una estafa social. Este gobierno ha sido el más inactivo de la historia de Cataluña. Se han aprobado 15 leyes, de las cuales la mayoría son cambios absolutamente menores, modificaciones parciales de leyes ya existentes. Ninguna iniciativa destacada para detener la sangría social que padecemos. 

En un momento de emergencia extraordinaria para tanta gente, esta es la actividad del gobierno. Y va en camino de prorrogar los presupuestos dos veces en cinco ejercicios (si no más, si alarga la legislatura). Mientras tanto, Andalucía ha sufrido un 20% menos de desahucios que Cataluña, teniendo más población y más pobreza.  

La diferencia es la voluntad política de uno y otro gobiernos, y el uso que han hecho de sus recursos y competencias. ¿Qué ofrece a las personas en paro, a la juventud emigrado, los niños en situación de pobreza, para el año y medio que su gobierno se pase promoviendo la independencia por estos mundos de Dios?

El plan de Mas no es la propuesta de un mesías convencido de su papel histórico. Es la obra de un cínico que lucha por la supervivencia a costa de lo que sea. (...)

 Sólo se explica por la necesidad de CIU de salvar los muebles, y de Artur Mas de sobrevivir, disfrazando un balance económico y social lamentable, y relleno de corrupción, en medio de una lista con personalidades de la sociedad civil que contribuirían a lavar -los la cara.

Mas es, hoy, uno de los principales problemas de este país. Porque ha hundido Cataluña económicamente, lo ha degradado socialmente y ha intentado utilizar en beneficio propio el proceso soberanista. Echar a Mas y cambiar radicalmente las políticas, debería ser el nuevo punto de encuentro de todo el catalanismo de izquierdas de este país."        (Sergio De Maya  , Treball, 26 noviembre 2014 , traducción: google)