"Ayer 9N La Vanguardia escribía el artículo “Cuántos votos necesita el independentismo”. En él decía lo siguiente, refiriéndose al censo electoral oficial de 5,4 millones de catalanes de las elecciones de 2012 (el “censo de Mas” que incluye niños de 16 años e inmigrantes es un misterio pero se estima en 6,3 millones):
“Una participación [de votos por el SISI] por debajo del 25% del censo electoral -menos de 1.400.000 ciudadanos- constituiría un fracaso para el movimiento soberanista“.
“Una movilización de entre el 30% y el 35% del censo electoral -o entre
un millón y medio y dos millones de ciudadanos en edad de votar- se
limitaría a ratificar el actual carácter de minoría determinante del
bloque soberanista, capaz de ganar las elecciones autonómicas,
pero sin la mayoría absoluta de los votos. No hay que olvidar que en los
comicios de noviembre del 2012, los partidos soberanistas (CiU, ERC o
la CUP) lograron 1.781.000 papeletas y la mayoría absoluta de la Cámara
catalana, pero no sumaron el 50% del sufragio emitido. No parece, por tanto, una base lo bastante sólida como para emprender la siempre compleja aventura hacia la independencia“.
“Las expectativas, sin embargo, cambiarían radicalmente si el movimiento soberanista lograra movilizar hoy a más de dos millones de ciudadanos (o a alrededor del 40% del censo electoral). Semejante cifra de potenciales votantes (si, además, hubiesen apostado por la independencia
en la consulta informal) supondría más de la mitad de los electores en
unos futuros comicios de alta participación (por encima del 70%)“.
Pues si aceptamos pulpo y nos creemos los datos de la Gene (por supuesto cocinados en el puchero de Artur Mas), han votado 1,8 millones de catalanes por el SISI contando niños de 16 años e inmigrantes… que es el 28% del “censo de Mas“ Es lo que La Vanguardia consideraba ayer entre “fracaso” y “base poco sólida“. (...)" (Dolça Catalunya, 10/11/2014)
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