"Las llamadas serán grabadas para poder verificar el buen desarrollo de la Maratón 9N". Estas palabras son parte de las "condiciones y normas de uso" dirigidas al voluntario que quiera participar en la llamada Gigatrucada (Gigallamada, en castellano) por medio de una web registrada el día 30 de octubre por Òmnium Cultural.
La Gigatrucada es parte de la campaña Ara és l'hora, de Òmnium Cultural y la ANC, y tiene como objetivo animar a "ir a votar" este domingo día 9 en la consulta independentista.
"93 548 08 11. Llama a este número y, automáticamente, la Centralita
9N te pondrá en contacto con un hogar de Cataluña. ¡Así de fácil!". Al
hogar al que así se sorprende con una llamada no se le informa de que
sus palabras, que dadas las circunstancias pueden revelar sus
convicciones político-ideológicas, están siendo grabadas.
Al contrario,
el voluntario recibe instrucciones, en un "guión de llamada",
para asegurarle al interlocutor: "Necesito que me indique cuál es el
municipio que consta en su DNI, y su primer apellido. En ningún caso
estos datos serán guardados ni formarán parte de ningún registro".
Son datos que necesita el voluntario para indicarle a la persona
contactada el "punto de votación" en el "proceso participativo" de este
domingo, que la organizadora del evento, la Generalidad, describe con
diversos conceptos: participar, votar, decidir... o meramente opinar.
Es precisamente el elemento participativo el que a la Generalidad se le
está yendo de las manos. Siempre según las informaciones proporcionadas
por la web de la campaña Marató 9N, a las personas así contactadas por
teléfono -que este viernes por la noche ya eran más de 800.000- no solo
se les oculta que están siendo grabadas, asegurándoles por el contrario
que sus datos no serán guardados. También se les desinforma sobre la
adscripción del voluntario que les llama. (...)
Legalmente, las grabaciones de voz son consideradas grabaciones de
datos personales. Referente a los datos recogidos en cada llamada
(municipio, primer apellido, opiniones políticas que eventualmente se
expresan), el abogado Javier Soria , consultado por CRÓNICA GLOBAL,
observa que "quedan registrados en un fichero, por lo que con carácter
previo habría que informar al destinatario de la llamada de modo
expreso, preciso e inequívoco de la existencia de un fichero o
tratamiento de datos personales, la finalidad de la recogida y de los
destinatarios de la información, conforme a lo establecido en el
artículo 5 de la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter
Personal. Es decir, hay que obtener el consentimiento previo. Si el
destinatario, una vez informado, se opone, no se puede proceder a la
grabación".
Soria añade: "No se aprecia, pues, la razón por la que deba llevarse a
cabo una grabación de conversaciones que pueden contener datos
personales, que no se corresponden con una finalidad legítima y son
abiertamente incoherentes con la manifestación de que no se procederá a
recoger datos personales". (...)
Tanto Soria como otros juristas consultados por CRÓNICA GLOBAL
concuerdan en que, si bien el proceder de la campaña de ANC y Òmnium
Cultural no es flagrantemente ilegal, en todo caso representa una manera
de hacer que no está nada en consonancia con la buena práctica, y que
en cuestión de transparencia democrática es difícilmente aceptable.
CRÓNICA GLOBAL ha llamado al número proporcionado por la campaña
Marató 9N y ha comprobado que, sin ningún filtro, la llamada pasa
directamente a un hogar catalán elegido aparentemente al azar, y que no
le precede ningún aviso al receptor de la llamada de que está siendo
grabado (como podría ser un mensaje introductorio pregrabado)." (Marcus Pucnik, Crónica Global, Sábado, 8 de noviembre de 2014)
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