"En Escocia ha ganado el "no" por más de diez puntos. Ha votado hasta el
monstruo del lago Ness y en Cataluña se suceden las celebraciones. El
independentismo siempre vence, siempre tiene razón y siempre regala al
mundo lecciones de democracia cívica, festiva, pacífica, masiva y tal.
De los cuatro periódicos de papel editados en Barcelona, La Vanguardia
es el que más y con más empeño toca la gaita. Hoy es un diario
nacionalista que parece un rotativo escocés. "Nada será igual en
Escocia" titula en portada.
La dificultad añadida es que los resultados se han podido dar por
definitivos al alba, lo que ha obligado a los portadistas a rascarse el
magín con desiguales efectos. "Una nueva Escocia" avizora Màrius Carol,
que alude a Cameron: "El primer ministro ha llegado a decir que un voto
contra la independencia permitirá cambios más rápidos y mejores que una
secesión.
Cambios que supondrán un alto grado de autonomía
presupuestaria y financiera..." Lo mejor es el final, cuando el director
del diario de los Godó glosa el resultado antes del resultado. "En
Escocia ha ganado el bello espectáculo de la política. La audacia de
quienes mandan. La democracia de aquellos que deciden". (...)
Josep Cuní entrevistó anoche a Artur Mas, que estuvo
soberbio, pero de chulo. Pues no dice que no aceptaría un concierto
fiscal a la vasca porque "hemos soportado ya muchas humillaciones"
¿Quiénes? ¿Los catalanes? ¿Él? ¿Él, Homs y los Pujol? Como no sea más
concreto es de temer que se refiera a él mismo. Así pues que Su Mismidad
Artur
Mas mandaría a hacer gárgaras al genio de la lámpara. Está que se
sale. Parece Piqué rematando los saques de esquina. ¿Maduro tal vez?
Esta mañana, según se haya levantado, decidirá si convoca hoy la
consulta o lo deja para el lunes. Ni Cuní le pudo sacar la "exclusiva". Hoy o el lunes. Gran dilema. Más difícil que decidir el color de la corbata.
Pues resulta que sólo con eso tiene en vilo al Gobierno de Rajoy, que
pretende batir el récord mundial de rapidez en presentación de recursos
y así impregne de tinta su punta Mas para firmar la convocatoria saldrá
un motorista desde el Ministerio de Justicia hacia el Tribunal
Constitucional.
Es una guerra de nervios y de plazos que le da vidilla
al "zombi", según expresión de César Lueno, el "cerebro" de Pedro
Sánchez, en referencia al "president". Aunque no lo parezca, cada vez
más elementos juegan a favor de Artur Mas y uno nada menospreciable es
la agitación que en Moncloa provoca cada tos de Junqueras. (...)
Así que faltan 51 días para el 9-N y el presidente de la Generalidad
empeña su palabra en que se votará ese día. Las casas de apuestas
todavía no han entrado en el asunto por lo que carecemos de algún
barómetro fiable para saber si estamos ante el triunfo de la voluntad o
del prozac. (...)" (Crónica Global, 19/2014)
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