"(...) Hace tiempo que se nos intenta hacer creer que la futura ley de
consultas, que anteayer superó en el Parlament su penúltimo trámite, es
un instrumento que ampara la consulta anunciada para el 9 de noviembre.
Nada más lejos de la realidad.
Eso solo es posible afirmarlo desde una
posición antijurídica, que pretende ignorar el Estado de derecho que
ordena una sociedad democrática. El establecimiento de una legalidad
catalana al margen de la española se aguanta solo en los discursos y
sobre el papel, pero se trata de otra falacia del proceso. Todas las
personas sensatas lo reconocen en privado.
Aunque el PSC de Miquel Iceta votará la ley, ya ha advertido de que no servirá para el objetivo que persigue ERC. Por eso, Artur Mas lleva días reclamando a Mariano Rajoy
abrir ya la negociación, por si sonara la flauta y pudiera así
reformular toda la estrategia. Pero sabe que se trata de un imposible. (...) " (Joaquim Coll, El Periódico, 18/07/2014)
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