4/5/14

Esas gentes votaban al PSC porque en éste encontraban a su gente

"(...) En Cataluña el proyecto socialdemócrata ha tenido problemas para penetrar en el mundo rural o semi-rural y ha sido entendido como un proyecto urbano; es decir, en el área metropolitana de Barcelona aparece como algo atractivo y fuera de ella apenas puede competir con otras propuestas alternativas. 

Algunos dirán, sin embargo, que esto no es del todo exacto, que la socialdemocracia ha gobernado en algunos municipios de fuera del área metropolitana. Esto es cierto y falso a la vez. Es cierto porque, en efecto, en muchos ayuntamientos pequeños los socialdemócratas alcanzaron el poder y lo mantuvieron durante años. Pero es falso en el sentido de que ganaran únicamente porque fueran socialdemócratas. 

En algunos pueblos de Cataluña ganaban, en parte, porque uno de sus grandes caladeros de votos provenía de las gentes venidas de otros lugares de España. 

Esas gentes encontraban en la mayor de estas fuerzas, el PSC, su partido, pero no necesariamente porque estuvieran particularmente comprometidos con el ideal de la redistribución de la riqueza, sino porque el PSC —y, por un periodo, también el PSUC— ejerció durante décadas de partido transversal desde el punto de vista de la identidad, de forma que en él esas gentes encontraban también a su gente.

 De esta manera, aquellos que provenían de otros lugares de España votaban socialdemócrata siempre o casi siempre y con independencia de las circunstancias políticas del momento.

Dicho con otras palabras: el voto español no era condición suficiente para vencer, pero sí condición necesaria. Sin embargo, muchas de esas personas están empezando a desaparecer, simplemente por una cuestión de senectud. Y sus hijos y sus nietos ya no les votan siempre o casi siempre, al menos no con independencia de las circunstancias políticas del momento.

 Durante años, los socialdemócratas del PSC no tuvieron que esforzarse demasiado —estoy exagerando, por supuesto— para ganar en esos lugares porque les votaban fielmente. Cuando esas gentes empiezan a desaparecer, la socialdemocracia queda confinada a las grandes urbes. (...)

Por otro lado, el actual clima soberanista tampoco ayuda a la socialdemocracia, sobre todo porque, cuanto más lejos de Barcelona, más acentuado es aquél. Sin embargo, y contra el actual sentir mayoritario, no todas las cuestiones políticas en Cataluña están necesariamente ligadas al famoso procés: la socialdemocracia seguiría siendo percibida como un proyecto urbano aunque no existiera tal clima. De hecho, es lo que ocurre en otros lugares donde la cuestión nacional pesa menos."     ( , El País, 21 ABR 2014  )

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