"Seguro que hay una estrategia para que Cataluña sea independiente
pero está claro que Mas no ha dado con ella. Y por eso va a perder.
Sus
expectativas electorales se hunden en favor de ERC y el nacionalismo más
o menos independentista tiene un techo de cristal en torno al millón y
medio de votos, que además va a ir a menos.
Cualquier persona con dos dedos de frente sabe perfectamente que la tan prometida consulta secesionista del próximo 9 de noviembre no va a celebrarse. Mas amaga con un adelanto electoral en clave plebiscitaria –como sustituto del fallido referendo– que él es el primero que sabe que no le interesa convocar.
Ahora mismo, unas elecciones en clave independentista serían dramáticas para CiU. (...)
ERC mejoraría considerablemente sus resultados y podría llegar a una
cifra histórica para ellos pero que, en cualquier caso, no superaría los
40 diputados. Ahora tiene 21 y su mejor registro son los 23 que
consiguió Carod-Rovira en 2003. Junqueras ganaría las elecciones y con
Convergència podría alcanzar –por los pelos– la mayoría absoluta.
Pero en el caso de que una CDC rabiosa por haber perdido votara la
investidura del hipotético presidente Junqueras, es casi imposible que
le secundara en una eventual declaración unilateral de independencia. Lo
más probable es que le dejaran solo. O mejor dicho, tirado, y que
trataran de presentarlo como un loco para tratar de desprestigiarlo y
recuperar el control de la Generalitat, que es lo que les garantiza la
continuidad del tinglado.
Destacados líderes de Convergència y de Unió comentan estos días que
lo mejor que les podría pasar es llevarse una monumental bofetada en las
próximas elecciones europeas y que ERC clamorosamente les superara,
para que Mas tomara nota de lo que les podría pasar en las municipales
del año que viene y en las autonómicas cuando decida convocarlas.
CiU es, por encima de cualquier otra consideración, un aparato de poder, y las alarmas se han disparado cuando se han dado cuenta que podrían perderlo.
Haciendo seguidismo de Esquerra sus resultados no han hecho otra cosa
que empeorar. La mejoría de ERC, por su parte, no significa un
incremento del voto independentista. Los dos partidos tienden a
parecerse: Convergència convirtiéndose en independentista como Esquerra y
los republicanos tornándose cada vez más socialdemócratas y menos
izquierdosos, como los convergentes. Por ningún lado ganan votantes
nuevos.
Lo más probable es que Mas intente agotar la legislatura para darse un tiempo, su último tiempo.(...)
El catalanismo político no podrá quejarse de España, que ha asistido al
llamado proceso contemplándolo en la distancia. No ha habido insultos ni
amenazas. No ha habido tanques ni represalias. La estrategia de Mas ha
sido lamentable. En Europa ha hecho el ridículo con sus patéticas
cartas, y en casa los votos se le han escapado.
Quedan algunas tardes de reivindicación callejera y algunas tensiones que pueden llegar a ser desagradables, e incluso trágicas. Pero la derrota va a ser el único resultado final, como siempre que Cataluña ha intentado desafiar a España." (EL MUNDO 14/04/14, SALVADOR SOSTRES, en Fundación para la Libertad)
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