10/6/13

Mas busca un jefe del Estado Mayor de su Ejército: ineludible el nivel C de catalán

"Los anhelos independentistas de Artur Mas contemplan en el horizonte la posibilidad de que un hipotético Estado independiente necesite un Ejército profesional de hasta 25.000 efectivos, integrado en la OTAN y cuyo gasto no sea superior al 1,5% del PIB catalán

Ese es el retrato robot de las fuerzas armadas propias dibujado por el think tank Centro de Estudios Estratégicos de Cataluña (CEEC), que traza una hoja de ruta a seguir en caso de la autodeterminación que incluye hasta las cualificaciones que deberán tener los futuros altos mandos de la defensa catalana. En concreto, el supuesto jefe del Estado Mayor deberá haber nacido en Cataluña, disponer del actual nivel C de catalán y tener formación militar como mando.

Así se detalla en el informe “La futura fuerza de Defensa en Cataluña”, elaborado recientemente por esta entidad que se dice independiente del Gobierno catalán y que está dirigida por Miquel Serrallès, cofundador de Convergència y que fue también el primer director de los Mossos d´Esquadra en tiempos de Jordi Pujol.

En el informe, de 16 páginas, sus autores señalan que los catalanes no pueden ser como algunas islas del Pacífico que no cuentan con un sistema de seguridad propio porque están bajo el paraguas de Estados Unidos, Reino Unido o Australia. Y mientras desechan la idea de quedarse bajo la protección española, destacan también que la hipotética nación catalana tampoco es comparable a Andorra o San Marino.   (...)

El primer paso, según este comité de sabios de la Defensa, pasaría por iniciar negociaciones diplomáticas para ingresar en las principales organizaciones internacionales (OTAN, la UE…). Acto seguido, “solicitar y conseguir a corto plazo que se inicien las tareas de asesoramiento, supervisión y colaboración de organizaciones internacionales y otros estados en materia de defensa”.

En segundo lugar, se crearía un Ministerio de Defensa propio con un político al frente que tendría, a su vez, una Secretaría de Defensa y seis direcciones generales. Se copiaría así el embrión de un Estado Mayor que empezaría a reclutar recursos materiales y humanos para engrosar este hipotético ejército.

 Por debajo del ministro de turno, habría un asesor político que, con el asesoramiento de think tanks externos, “deberá nombrar un jefe militar de la defensa e integrar en las seis direcciones generales a ciudadanos catalanes que tengan formación militar como mando, y a falta de éstos, con militares de países aliados o, incluso, con civiles profesionalmente competentes como gestores de organizaciones”.   (...)

Al Ministerio de Defensa catalán no le quedaría entonces más remedio que reclutar militares en el propio Ejército español. Eso sí, realizando los “filtros necesarios” para garantizar su lealtad. Eso es, requisitos básicos como haber nacido en Cataluña, disponer del actual nivel C de catalán y tener formación militar como mando en el caso de los militares de mayor graduación. 

 Estos, además, deberán pasar unas pruebas de aptitud (físicas y psíquicas) y otras médicas. El cargo de jefe de Estado de la Defensa recaerá por antigüedad, por lo tanto deberá ser el mando con más alta graduación el que sea nombrado para el cargo.

“Será previsible –explican- que no haya ningún alto mando (teniente coronel, coronel y general) de las fuerzas armadas españolas en activo que se presente a este proceso público; sin embargo, la situación puede empezar a cambiar con los mandos intermedios (suboficiales, alférez, teniente, capitán y comandante)”. 

Para cubrir las vacantes de soldados y marineros profesionales se requerirá haber nacido en Cataluña, ser menor de 35 años con formación militar profesional (soldado/marinero, cabo, cabo primero) y estar en posesión del nivel B de catalán

El informe se pregunta también si es contradictorio crear un ejército propio abasteciéndose, a su vez, de efectivos del propio Ejército español. Los sabios vinculados al nacionalismo contestan que, aunque parece una paradoja, es justo reconocer que estos militares son los mejor formados pues, al formar parte de la OTAN, han sido instruidos especialmente bien. 

“En definitiva”, explican, “no hay que hacer un traspaso automático de personal, pero sí una selección cuidadosa que permita seleccionar al personal más crítico, comprometido con la nación catalana, y que pueda aportar la parte más positiva de las FAES, es decir, la relativa a su modernización y la apertura a las doctrinas de los países occidentales de mayor tradición democrática”.

“No hay que tener miedo a seleccionar a este personal –concluyen- ya que la propia carrera profesional limitará sus carreras según su competencia profesional y su grado de sacrificio hacia la nación catalana”. 

El think tank nacionalista reconoce que, a día de hoy, no se percibe como una prioridad la creación de un ejército propio, pero, en el estudio, tratan de argumentar las razones por las que es importante concienciar a los catalanes de su necesidad (garantizaría, por ejemplo, la seguridad de los 185.000 catalanes que viven en el exterior), así como de la importancia que la Defensa tendría en garantizar la integridad y la independencia de la nueva nación. "    (El Confidencial, 30/05/2013)

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