"La posición del PSC a favor de celebrar un referendo secesionista en Cataluña, lejos de atenuar su caída en las encuestas de intención de voto, solo está consiguiendo acelerarla.
Algunos sectores de la formación dirigida por Pere Navarro no se
sienten cómodos con la posición oficial del partido y consideran que hay
que intensificar el discurso de oposición a la independencia de Cataluña para diferenciarse de la formaciones nacionalistas.
En esa línea se enmarca la iniciativa puesta en marcha este fin de
semana por el PSC de Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad más
poblada de Cataluña, repartiendo unos folletos a favor de la celebración de la consulta secesionista pero en contra de la independencia. (...)
Las octavillas, redactadas en catalán y en castellano, y disponibles en la web del partido, se presentan con el lema ‘no a la independencia’ junto a la imagen de la alcaldesa de Hospitalet y máxima dirigente municipal del partido, Núria Marín.
Las folletos explican que ‘el PSC fue el único partido que en la reunión sobre el derecho a decidir se manifestó a favor de hablar de las preocupaciones reales
de la gente’. A la reunión no asistieron ni el PP ni Ciudadanos, al
considerar que era una cita para promocionar la opción independentista.
‘La prioridad no es hacer ahora la consulta soberanista,
es dar respuesta a los problemas y a las demandas de los ciudadanos: la
creación de puestos de trabajo, los recortes en educación, sanidad y
dependencia, el drama de los desahucios, el mantenimiento de los
servicios sociales básicos para ayudar a las personas que lo están
pasando mal, e impulsar políticas para reactivar la economía y el
empleo, tal como hacemos en Hospitalet’, añade.
E insiste en que ‘el PSC no está a favor de la independencia, los
socialistas estamos a favor de que los ciudadanos puedan opinar sobre su
futuro en una consulta pactada con el Gobierno español, legal, clara y
vinculante’.
‘La independencia no es la solución a la crisis económica.
Creemos en un modelo federal que respete la realidad plurinacional, pluricultural y plurilingüística del Estado’, concluye el texto, que evita utilizar la palabra España.
Este lunes, el portavoz del PSC, Jaume Collboni, ha señalado que la
iniciativa -de la que era conocedora la dirección del partido- responde a
“una campaña local que es coherente con los
planteamientos” de la formación a nivel general. Collboni ha insistido
en que, tal y como recogen los folletos, el PSC es partidario del
“derecho a decidir” y del “no” a la secesión, ha considerado que “tiene
su mérito” realizar este tipo de campaña en Hospitalet y no ha
descartado que pueda realizarse en otras localidades.
Todo apunta a que la principal preocupación del PSC de Hospitalet es el paulatino descenso del apoyo electoral
en dicha localidad -cuyo Ayuntamiento gobierna ininterrumpidamente
desde la recuperación de la democracia- que se ha visto intensificado en
las últimas citas electorales.
De hecho, en las elecciones municipales de 2007 el PSC obtuvo 43.576
votos en Hospitalet (el 52,76% del total), lo que le proporcionó 17 de
los 27 concejales a repartir. Cuatro años más tarde, el apoyo se redujo hasta 32.919 sufragios (38,89% de los votos) y bajó a 13 concejales, lo que ha obligado a Marín a pactar con ICV-EUiA para seguir gobernando.
De igual forma, en las elecciones autonómicas de 2010 el PSC recogió 27.709 votos (29,56%), mientras que en 2012, aunque mantuvo el mismo número de votos, perdió casi cinco puntos porcentuales de apoyo, situándose en el 24,85%.
Entre las amenazas a las que se enfrenta el PSC de Hospitalet destaca
la de Ciudadanos. La formación liderada por Albert Rivera ha registrado
un salto importante en las pasadas elecciones autonómicas. Si en las
municipales de 2011 tuvo un 2,13% de apoyo en dicha localidad, y en las
autonómicas de 2010 un 4,74%, en noviembre pasado estas cifras aumentaron hasta el 10,72%, muy por encima de ERC.
Uno de los nombres que más ha sonado en los últimos meses como
futurible cabeza de lista de Ciudadanos para Hospitalet en las
municipales de 2015 es el de Miguel García, presidente
del Centre Esportiu L’Hospitalet y muy popular en la población
barcelonesa. García, ex dirigente del PSC, formó parte de las lista de
la formación naranja en las pasadas autonómicas y es habitual de los actos públicos del partido."
"Con la presentación de la campaña del PSC de Hospitalet en contra de la independencia, o a favor del no en un hipotético referendo, según como se quiera mirar, Núria Marín, alcaldesa de la segunda ciudad de Cataluña, parece haber querido dar un paso al frente para liderar la ceremonia de la confusión en la que se encuentra, semi inconsciente, el socialismo catalán.
Tras apoyar en el Consistorio que preside una moción de CiU a favor del derecho a decidir, tras acudir, solícita, a la cumbre de partidos y entidades favorables al referendo soberanista convocada por el presidente autonómico, Artur Mas, nos confiesa en la octavilla de la campaña que hizo todo esto sin convicción y a regañadientes. La lectura del texto es, ciertamente, recomendable.
Insiste, Marín, en que su aportación principal a este encuentro fue dejar claro que la reunión no tenía mucha razón de ser, porque lo importante, ahora, es hablar de la crisis, de la economía, de los problemas reales de la gente.
Por una vez, hemos de decir que estamos de acuerdo con la alcaldesa pero, entonces, ¿por qué fue? Se diría que la alcaldesa no sabía bien dónde iba, a qué iba, ni de qué se iba a hablar. Parece ser que el tono y contenido de la cita le pillaron por sorpresa. La alcaldesa afirma, a continuación, que está a favor de que la gente pueda opinar acerca de su futuro.
A su juicio, ¿no existen ya esas vías? Se diría que los cauces democráticos actuales le parecen insuficientes y que son necesarios ciertos apaños para-legales del tipo referendo pactado entre el Gobierno de la nación y el Gobierno autonómico para que la democracia española alcance la plenitud que, a opinión de la edil hospitalense, impide el actual marco legal.
Uno tiene la impresión de que el PSC, con Marín a la cabeza, intenta encontrar una salida al laberinto de contradicciones que ellos mismos han construido, trasladando a la sociedad la confusión que habita en sus mentes de responsables públicos accidentales.
Quieren nadar y guardar la ropa estando y no estando, apoyando y desentendiéndose, diciendo que quieren decir algo, pero que en realidad es lo contrario de lo que pudiese parecer. Si la alcaldesa y su extraño y desorientado partido tienen dudas acerca de la naturaleza y consecuencias últimas de sus acciones, les recomiendo un método, en mi opinión, infalible: observar la reacción de sus, supongo, oponentes políticos nacionalistas.
En el caso que nos ocupa, el inefable factótum de la héjira independentista, Francesc Homs, ha declarado que celebra que “haya iniciativas como la del PSC de Hospitalet” porque “pone de manifiesto la necesidad de una consulta, de poder organizarla y ofrecer garantías.”
Es decir, que la maniobra del PSC para desmarcarse públicamente del independentismo, no ha hecho más que reforzar y dar argumentos al proceso pro-independentista, lo que nos lleva a un debate estéril y más viejo ya que el polvo, como lo es el de la inutilidad de intentar contentar a la fiera nacionalista e intentar avenirse con ella para aplacar su apetito insaciable.
La mejor solución para un problema es siempre la más simple y no hay nada más complejo que intentar resolver un embrollo que uno mismo ha creado. Si el PSC está realmente en contra de la independencia, que no aliente falsos debates que dan alas a los que la pretenden.
Si al PSC lo que verdaderamente le importa son los problemas reales de la gente, que trabaje para resolverlos y dejen de marear con medias tintas, ambigüedades y acertijos. Si realmente no son nacionalistas, que no escondan su indefinición tras los cantos de sirena del catalanismo." (Carlos Silva Campañón, lavozdebaecelona.com, 30/05/2013)
"Con la presentación de la campaña del PSC de Hospitalet en contra de la independencia, o a favor del no en un hipotético referendo, según como se quiera mirar, Núria Marín, alcaldesa de la segunda ciudad de Cataluña, parece haber querido dar un paso al frente para liderar la ceremonia de la confusión en la que se encuentra, semi inconsciente, el socialismo catalán.
Tras apoyar en el Consistorio que preside una moción de CiU a favor del derecho a decidir, tras acudir, solícita, a la cumbre de partidos y entidades favorables al referendo soberanista convocada por el presidente autonómico, Artur Mas, nos confiesa en la octavilla de la campaña que hizo todo esto sin convicción y a regañadientes. La lectura del texto es, ciertamente, recomendable.
Insiste, Marín, en que su aportación principal a este encuentro fue dejar claro que la reunión no tenía mucha razón de ser, porque lo importante, ahora, es hablar de la crisis, de la economía, de los problemas reales de la gente.
Por una vez, hemos de decir que estamos de acuerdo con la alcaldesa pero, entonces, ¿por qué fue? Se diría que la alcaldesa no sabía bien dónde iba, a qué iba, ni de qué se iba a hablar. Parece ser que el tono y contenido de la cita le pillaron por sorpresa. La alcaldesa afirma, a continuación, que está a favor de que la gente pueda opinar acerca de su futuro.
A su juicio, ¿no existen ya esas vías? Se diría que los cauces democráticos actuales le parecen insuficientes y que son necesarios ciertos apaños para-legales del tipo referendo pactado entre el Gobierno de la nación y el Gobierno autonómico para que la democracia española alcance la plenitud que, a opinión de la edil hospitalense, impide el actual marco legal.
Uno tiene la impresión de que el PSC, con Marín a la cabeza, intenta encontrar una salida al laberinto de contradicciones que ellos mismos han construido, trasladando a la sociedad la confusión que habita en sus mentes de responsables públicos accidentales.
Quieren nadar y guardar la ropa estando y no estando, apoyando y desentendiéndose, diciendo que quieren decir algo, pero que en realidad es lo contrario de lo que pudiese parecer. Si la alcaldesa y su extraño y desorientado partido tienen dudas acerca de la naturaleza y consecuencias últimas de sus acciones, les recomiendo un método, en mi opinión, infalible: observar la reacción de sus, supongo, oponentes políticos nacionalistas.
En el caso que nos ocupa, el inefable factótum de la héjira independentista, Francesc Homs, ha declarado que celebra que “haya iniciativas como la del PSC de Hospitalet” porque “pone de manifiesto la necesidad de una consulta, de poder organizarla y ofrecer garantías.”
Es decir, que la maniobra del PSC para desmarcarse públicamente del independentismo, no ha hecho más que reforzar y dar argumentos al proceso pro-independentista, lo que nos lleva a un debate estéril y más viejo ya que el polvo, como lo es el de la inutilidad de intentar contentar a la fiera nacionalista e intentar avenirse con ella para aplacar su apetito insaciable.
La mejor solución para un problema es siempre la más simple y no hay nada más complejo que intentar resolver un embrollo que uno mismo ha creado. Si el PSC está realmente en contra de la independencia, que no aliente falsos debates que dan alas a los que la pretenden.
Si al PSC lo que verdaderamente le importa son los problemas reales de la gente, que trabaje para resolverlos y dejen de marear con medias tintas, ambigüedades y acertijos. Si realmente no son nacionalistas, que no escondan su indefinición tras los cantos de sirena del catalanismo." (Carlos Silva Campañón, lavozdebaecelona.com, 30/05/2013)

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