"Estos son los principales argumentos electorales a favor de uno y otro bando:
¿Por qué votar sí a la independencia?
1. Escocia tiene recursos para ser una economía potente. El
ministro de Economía escocés, John Swinney, dice que la Escocia
independiente podría convertirse en la sexta potencia económica del
mundo. El petróleo del mar del norte sería su mayor recurso para escalar
tan alto en el podio, "un combustible del que Reino Unido se ha estado
beneficiando demasiado tiempo", afirma. Para Swinney, "Escocia
contribuye más a las arcas de Reino Unido en impuestos de lo que obtiene
en inversiones públicas".
2) La
semiindependencia de la que goza Escocia no es satisfactoria. Los
poderes sobre decisiones fiscales y el control de la economía siguen
estando en Westminster y no en el Parlamento de Holyrood, como se conoce
informalmente al legislativo de Escocia. La independencia permitiría a
Escocia rebajar los impuestos para las empresas y promover el
crecimiento económico. Los independentistas argumentan que otros países
pequeños como Noruega o Irlanda son más dinámicos.
3)
Escocia tiene su propio Parlamento y su propio sistema de
justicia. Con los poderes autonómicos que ya tiene Escocia, la unión con
Reino Unida cada vez es más débil. El sentimiento y la autoestima
nacional están muy altos y, para los partidarios del sí, es hora de dar
un paso más.
4) La independencia llevaría la voz
de Escocia a lugares influyentes como la ONU y la Unión Europea, y los
escoceses podrían luchar por sus propios intereses (como la pesca y la
agricultura) que, según Yes Scotland, no son atendidos convenientemente
por los ministros británicos en Bruselas.
¿Por qué votar no a la independencia?
1) ¿Nuevo país, nueva moneda? Los partidarios de la unión se
preguntan qué moneda va a utilizar Escocia si se independiza. Alex
Salmond ha dicho que en principio permanecerían con la libra esterlina y
que en el futuro podría someter a votación popular la adhesión al euro.
Los servicios financieros escoceses cuentan ahora con el apoyo
indispensable de la City londinense. Cambiar de moneda sería igual a
construir un muro entre la economía escocesa y la prosperidad que
actualmente obtienen de ese centro financiero.
El
ministro de Hacienda de Reino Unido, George Osborne, ha declarado que
los detalles de una unión monetaria entre los dos estados no han sido
considerados por el SNP. "La independencia significaría una tasa de
interés más alta en Escocia". Y con la libra Escocia no tendría
independencia monetaria ni fiscal.
2) La Unión
ha sido útil a los intereses de ambos países durante 300 años (desde el
Acta de Unión de 1707). Los poderes autonómicos concedidos a Escocia son
un experimento joven y es demasiado pronto para juzgarlo.
3) Escocia tiene más influencia en Bruselas como parte de Reino
Unido que la que puede tener como un Estado independiente. Alistair
Darling, líder de Better Togheter, apunta que es evidente que los países
influyentes en Europa son los países grandes y se pregunta si una
Escocia independiente no quedaría arrinconada ante las grandes potencias
y perdería su actual ascendente como parte de Reino Unido.
4) Una economía británica integrada será más eficiente ante los
retos de la globalización. La necesidad de organizar sus propias
estructuras de defensa y seguridad supondría un problema añadido.
"Mientras el mundo hace esfuerzos por converger, Escocia no puede
retroceder", dice Darling." (eldiario.es, 18/02/2013)
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