"La declaración de soberanía del Parlamento catalán ha dejado muchas
vergüenzas al aire. Quien más, quien menos, muchos se han dejado plumas
en esta batalla. El Gobierno ha salido tocado, porque Mas no alcanzó la mayoría deseada
y porque los radiclaes de CDC se han lanzado a la yugular de Unió y de
Duran Lleida, pero más ha perdido la oposición, en especial el Partit
dels Socialistes de Catalunya (PSC), que ha vivido un nuevo episodio
de ruptura de disciplina de voto en sus filas a causa de su
posicionamiento contrario a la declaración.
Sólo ERC, fuera del Gobierno pero socio de CiU al mismo tiempo, salió incólume,
porque logró aprobar una declaración que está convencida de que es el
principio de un camino hacia la independencia. Y es que los republicanos
tienen la ventaja de que pueden incidir en el Gobierno pero no están en
él, por lo que su desgaste es inmensamente menor que el de CiU.
Por una parte, Artur Mas
no pudo cosechar una grandísima mayoría con la que hace pocos días
contaba, al descolgarse el PSC del apoyo al texto aprobado ayer. Y eso
es un tropiezo. La gran y solemne declaración se quedó corta, con menos de dos tercios del Parlamento, que es la mayoría cualificada para las grandes votaciones, como la del Estatuto.
Además,
el presidente catalán sabe que ICV lo apoyó por principios, pero en
todo lo demás, tendrá a los ecosocialistas enfrente y pidiendo
explicaciones de la acción diaria del Gobierno. Por tanto, a Mas sólo le queda agarrarse a su pacto con ERC, que hasta ahora ha sido el socio fiel.(...)
Sin embargo, hay un partido que pierde más que los otros: el PSC.
Cinco de sus diputados rompieron ayer la disciplina de voto y no
votaron contra la declaración. Son diputados alineados con el etéreo
sector catalanista del PSC, aunque con muchos matices." (El Confidencial, 24/01/2013)
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