"Los ‘desencuentros institucionales’ entre la Generalidad y el
Gobierno representan ‘una amenaza’ para la economía catalana, mientras
que su resolución ‘podría traer una liberación de energía colectiva y recursos materiales que podrían enfocarse a la solución de los problemas prioritarios en el plano económico’.
Así lo advierte el informe La economía de Cataluña: diagnóstico estratégico publicado recientemente por el Área de Estudios y Análisis Económico de La Caixa, en el que se analizan las debilidades y fortalezas
con las que la Comunidad cuenta para hacer frente al reto de situarse
‘al nivel de las regiones europeas más avanzadas, como es su
aspiración’.
El estudio, dirigido por José Antonio Herce en colaboración con los
analistas Pablo Alonso Talon, Ana Ramos Gallarín, María Romero Paniagua y
Diego Vizcaíno Delgado, revisa en profundidad todo tipo de aspectos
de la economía de Cataluña, en especial las relacionadas con la
demografía, las infraestructuras, el mercado de trabajo, el sector
exterior, el sector público, los precios, los salarios, el marco
normativo, la estructura empresarial y la sociedad del conocimiento.
A lo largo de las 148 páginas del informe no hay ni un solo argumento que abogue por el proyecto rupturista
planteado por el presidente de la Generalidad, Artur Mas, bajo la
excusa de un supuesto ‘derecho a decidir’. Mas bien, al contrario, entre
sus conclusiones, destaca la importancia de mejorar las relaciones
entre los gobiernos autonómico y nacional para que la Comunidad pueda
‘hacer frente a su futuro’ en mejores condiciones. (...)
El informe recuerda los desencuentros entre Gobierno y Generalidad
generados a raíz de la última reforma estatutaria, y destaca como ‘otro
punto de conflicto’ el ‘déficit fiscal’, que ha
derivado en ‘la reclamación de autonomía fiscal, focalizada hoy en el
debate sobre el pacto fiscal’ o concierto económico.
En este sentido, La Caixa asume como propia la reclamación de una mejora de la financiación autonómica:
‘Debe verse como una fortaleza la existencia de una visión compartida por parte de los actores institucionales, empresariales y sociales catalanes acerca de la conveniencia de definir un marco estable y singular de relaciones económico-financieras de Cataluña con el Estado que sustente las aspiraciones de progreso de la Comunidad’.
También subraya que la superación al ‘bloqueo del diálogo
institucional’ entre el Gobierno y la Generalidad supondría resolver
‘los eslabones pendientes en la red de infraestructuras
de la Comunidad’ y avanzar en ‘proyectos empresariales de envergadura
latentes en Cataluña’, especialmente en el ámbito tecnológico e
industrial. (...)
E insiste en que ‘los aspectos fiscales y financieros son muy
importantes, y deberían resolverse, en la opinión de la práctica
totalidad de los actores institucionales, sociales y empresariales
catalanes, en un diálogo singular con el Estado‘,
teniendo como referencia que ‘el pacto fiscal es una de las figuras
institucionales más evocada en Cataluña ante la inoperancia de otras
vías para la suficiencia de recursos y la frustración que causa la
crisis, como forma de dar continuidad a las aspiraciones catalanas en el
actual contexto económico’.
Por el contrario, ‘un escenario continuista en el que los aspectos
institucionales ni avanzan ni retroceden [...] solo daría como resultado
la continuidad de esa brecha significativa que todavía
la separa [a Cataluña] de las regiones europeas más avanzadas, a las
que aspira a igualar, o el mantenimiento de esa lenta reducción de la
distancia de bienestar que todavía mantiene a Cataluña manifiestamente
por encima de la media española’. (lavozdebarcelona.com, 22/01/2013)
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