"Una expresión constante de la Declaración actual -de 15/1/2013- es la
completa ruptura con España y cuanto representa en nuestro pasado y
nuestro presente. (...)
Naturalmente que Catalunya es una indudable “realidad nacional”, pero
también es cierto que esa realidad se ha fraguado, fundamentalmente en
el siglo XX, por el apoyo que ha recibido constantemente de todos los
pueblos de España.
Catalunya es lo que es porque, tras las oleadas migratorias de dentro
y fuera de España, se ha construido una “sociedad integradora” donde
pueden convivir “identidades diversas”. Esta es la gran riqueza de
Catalunya, como pueblo y como cultura.
Es la suma de los sufrimientos y aspiraciones de catalanes de origen y
de inmigrantes, nacionales y extranjeros, que abandonaron sus tierras a
causa de las políticas capitalistas que gobernaron coordinadamente las
burguesías de España y Catalunya.
Lo acontecido en Catalunya desde 2006 no puede justificar el giro que
se pretende. Sobre todo por un Gobierno de derechas, el de CiU que
durante dos durísimos años para el pueblo catalán, ha aplicado medidas
antisociales en todos lo ámbitos -incluido el pago de un euro por
receta, afortunadamente suspendido por el Tribunal Constitucional- ha
generado una sociedad mas injusta, mas desigual y más pobre. Y, todo
ello, en estrecha alianza con el Gobierno neoliberal del PP, como lo ha
explicitado el Diputado Coscubiela: “De los 27 Decretos-Ley
convalidados por el Congreso de Diputados, CiU ha votado SÍ en 17
ocasiones.
Entre los Decretos-Ley en la que CiU ha votado SÍ están los
que hacen referencia a los recortes presupuestarios y de derechos” (2).
¿Cómo puede ahora pretender encabezar la defensa del pueblo catalán?
Por otra parte, pueden continuar sin mencionar a España, pero CiU y
casi todos los partidos catalanes participan, a través de sus
representantes, con fervor y la consiguiente remuneración, en todas las
instituciones del que, con distancia y menosprecio, llaman el Estado
español.
Están ampliamente enumeradas en los Arts. 179 a 181 del Estatut
d’Autonomia, y su presencia responde a la necesidad de participar en
“la toma de decisiones estatales”. ¿En qué quedamos?
Pero hay algo aún más grave y significativo de su real compromiso con
España. Está vigente aún la Disposición Transitoria Cuarta del Estatut
d’Autonomia de 1979 que declara vigente en Catalunya la legislación
electoral española, es decir, la Ley de 1985.
Es la única Comunidad
Autónoma en que esto ocurre. El Art. 56 de actual Estatut obligaba a la
aprobación de una ley electoral propia. Sencillamente, no se ha
cumplido. ¿Por qué? Porque conviene a CiU, a quien le asegura, en
Catalunya y en España, una representación electoral superior a la que le
correspondería por los votos obtenidos. Pues, en esto, parece que las
leyes españolas les resultan muy útiles.
Y cuando, en el Parlament de
Catalunya, en febrero de 2009, Ciutadans pel Canvi, a través de una ILP
respaldada por 90.000 ciudadanos, pretende aprobar una ley electoral mas
justa fue bloqueada por CiU. Todo un ejemplo de aprovechamiento de las
estructuras españolas para evitar una democracia más representativa." (Carlos Jiménez Villarejo, La Lamentable, 18/01/2013)
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