16/2/11

Los gallegos expoliamos a los catalanes... y Zapatero es peor que Mubarak



"El escritor Quim Monzó ha titulado su artículo en La Vanguardia 'Visca Catalaunya lliure', a pesar de haberlo escrito en árabe. El artículo hace referencia al incidente vivido por el entrenador del Girona, Raül Agné, en el campo del Huesca, cuando los periodistas les exigieron que hablara en castellano.
Monzó lamenta la "espectacular la intolerancia de esos periodistas" y recuerda que "cuando en España un entrenador responde en italiano, en holandés o en lo que sea, no hay ningún problema. Pero si contesta en catalán, entonces eso es inadmisible".
"Cualquier cosa que huela a catalán les activa el odio, la xenofobia. No se trata de una simple anécdota más, sino de que no hay forma de vivir fuera de esta perpetua sangría moral que, de anecdótica, no tiene nada", critica.
"Nos expolian, consiguen que nuestras finanzas estén en déficit cuando estarían con un superávit boyante si tuviésemos la financiación que graciosamente dan a otros, y encima nos llaman usureros para, acto seguido, meársenos en la boca, como dice el gran Mohamed Jordi", añade.
"Y después los diarios van por ahí haciendo encuestas a ver por qué gente que nunca en su vida se había planteado la independencia se la plantea ahora, y en serio.
Confiemos en que la oleada de hartazgo que está sacudiendo a los países árabes se propague a la ribera norte del Mediterráneo y aquí la lidere Mohamed Jordi (porque si la tienen que liderar los dirigentes independentistas con poltrona, estamos apañados)", concluye." (e-noticìes, 15/02/2011)

1 comentario:

Anónimo dijo...

-Puesta la mira- Por Eduardo González Palomar.
Son muchos ya los años, en mi opinión, que desde ciertos medios de comunicación afines al nacionalismo en nuestra Comunidad se azuza la pedagogía del odio hacia el resto de España. Desde ellos suelen traerse a colación, como una afrenta a Catalunya, desde cualquier banal eventualidad particular a la “inexplicable denegación” del Estado central a una de las incontables demandas políticas por parte de quienes ostentan responsabilidades oficiales en la institución autonómica. Sobre todo entonces, brilla por su ausencia la precisión léxica que debería espolear, si fuere el caso, a utilizar “Catalanistofobia” en vez de “Catalanofobia”. Tengo el pálpito de que fuera del enclave catalán son más proclives a diferenciar los conceptos. Como botón de muestra pongo por ejemplo que los de casa veraneamos desde hace una pila de años en Roquetas de Mar (Almería). En el trato con los lugareños y demás turistas, de los más insospechados territorios del resto de España, siempre llevamos a gala que somos de Catalunya. Jamás hemos tenido problema alguno; sin embargo, cuando en amena conversación surge el tema político y salen a la palestra las iniquidades que perpetran los catalanistas en el Poder, más de uno tuerce el gesto... pero, ni más ni menos que como lo hacemos numerosos de los catalanes que no participamos del deliro catalanista.
Un cordial saludo.