"El profesor José María Gay de Liébana analiza en ‘Herrera en COPE’ las claves económicas del día
El golpe del adiós de Nissan duele. La
economía catalana, construida por el impulso industrial, comercial,
agrícola y turístico de sus empresas, pisa un fino alambre, Don Carlos. El procés ha puesto contra las cuerdas a empresas catalanas;
algunas, incluyendo a compañías punteras, se han visto forzadas a
emigrar a otros lugares, replanteándose seriamente sus inversiones en
suelo catalán.
En 2020 se aprueban, tras años en el limbo de la
prórroga, los presupuestos de la Generalitat, que, en el plano
impositivo, son un bombardeo sobre la propia economía catalana, incluso
con toque morboso y siniestro: subir el impuesto sobre sucesiones cuando
la pandemia del coronavirus está matando a miles de catalanes, es digno
de una película del más puro terror.
Y subir la mayoría de los
impuestos donde la Generalitat tiene la última palabra, es lascivo; un
ataque frontal a los mismos catalanes. IRPF, Patrimonio, Sucesiones,
Transmisiones Patrimoniales, bebidas azucaradas, viviendas vacías,
subida de tasa turística y nuevos impuestos verdes.
No
solo es la crisis de la pandemia la que clava el puñal a la sufrida
economía catalana, sino la propia Generalitat, cuyos altos cargos se
suben el sueldo licenciosamente, empeñada en demoler el tejido
empresarial, azotando sin escrúpulos a la vaca lechera que
amamanta a la propia economía catalana.
Emigrarán empresas catalanas,
empobreciendo a Cataluña, destruyendo empleo, aniquilando posibilidades
de trabajo en un contexto lúgubre tras el reguero de víctimas causado
por cierres empresariales y avalanchas de concursos de acreedores con
aromas de quiebras insalvables, que deja el coronavirus. Las puñaladas
de los políticos catalanes a los motores de su economía, marca el
despuntar de una época de declive…" (COPE, 03/06/20)
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