"El periodista Xavier Sardà, en un artículo en El Debat, ha constatado que "las cuatro rayas del otro día han originado bastante follón ("La manifestación acabará a hostias", e-noricìes, 01/07/2010). Chicos, no es para tanto. Sólo dije que ante una actitud histriónica y un punto teatral de la clase política catalana, tal vez estaría bien que todos tuviéramos una cierta capacidad colectiva de asumir frustraciones. Y además, creo que hay un divorcio notable entre la reacción de los partidos ante el recorte estatutario, y el calle ".
"Pero la verdad es que esto, con el calor que hace, me preocupa más bien poco. Lo que me divierte es comprobar las opiniones que genera un artículo pequeño que se pretende heterodoxo. Fascista. Muchos me habéis llamado fascista. Genial. Podría decir aquello tan manido de que eso precisamente es lo que hacían los fascistas: negar los matices o la discrepancia ", lamenta.
"Ya sé que los que me habéis dicho fascista no lo es. Pero yo tampoco, chicos. Yo ya sé que lo que quiere decir es que soy un hijo de puta. Pero vale la pena que piense aunque sea un minuto. En serio, no es lo mismo un fascista que un hijo de puta. Un fascista es aquel que cree en un régimen de partido único y que está dispuesto a hacer una guerra para imponer su criterio y aniquilar los desafectos. Los fascistas mataron a mi abuelo a sangre fría cuando la guerra ya había acabado", recuerda.
"Un hijo de puta sólo es aquel que en esta Cataluña de todos, opina de forma diferente a la de algunos. Visca Catalunya y Viva el Estatuto. El primer Estatuto, por lo que nos rompió la cara a la calle en pleno franquismo, y este nuevo Estatuto, al que deseo larga vida", concluye." (e-noticìes, 02/07/2010)
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