9/7/10

La policía política del PNV

"El juzgado de Vitoria indaga sobre una red de ertzainas de la comisaría de la ciudad que elaboraba informes sobre la vida privada de personalidades alavesas, que fueron encontrados en poder de uno de los implicados en la trama del 'caso De Miguel', Aitor Tellería, ex miembro de Araba Buru Batzar y 'número dos' del presidente jeltzale Iñaki Gerenabarrena.

La investigación sobre las supuestas actividades corruptas de cargos del PNV alavés -el llamado caso De Miguel- ha tomado un giro inesperado. Desde hace un mes, el juzgado de Vitoria indaga sobre la presunta existencia de una red de ertzainas de la comisaría de la ciudad que elaboraba informes sobre la vida privada de personalidades alavesas. Esos trabajos fueron encontrados en poder de uno de los implicados en la trama, Aitor Tellería, ex miembro de Araba Buru Batzar (ABB) que fue obligado a dimitir tras su detención y que, hasta ese momento era número dos del presidente jeltzale, Iñaki Gerenabarrena.

Dentro de las pesquisas iniciadas en la Audiencia de Vitoria sobre el espionaje, ayer fueron llamados a declarar como imputados el propio Tellería y dos miembros de la Policía vasca que, según fuentes consultadas por este periódico, están acusados de ser los presuntos autores de los informes secretos. En las últimas semanas, los responsables de Asuntos Internos del Cuerpo han relacionado a más agentes con la trama y les ha llamado a declarar a órganos internos. La mayoría de estos ertzainas están relacionados con la Unidad de Información y Análisis de Álava -en un principio dedicada a la lucha antiterrorista-. La instrucción abierta intenta establecer no sólo quiénes elaboraron los documentos sino qué información interna de la propia Administración vasca se utilizó para su confección y si otros policías vascos colaboraron a la hora de facilitar datos protegidos. (...)

Los textos localizados en poder del ex número dos del ABB se refieren en todo momento a la vida privada -y en algunos casos íntima- de influyentes personalidades de la sociedad alavesa, no sólo política sino también económica. Fuentes consultadas por este periódico han destacado que la información encontrada sólo puede haber surgido de una profunda labor policial, que incluye seguimientos y detalles obtenidos de los bancos de datos de la Ertzaintza. En muchos casos, es información comprometedora.

En ninguno de los dossiers analizados hasta la fecha se recogen detalles que tengan que ver con delitos ni con supuestas prácticas ilegales de los espiados. Esto implica que la información no cuenta con ningún tipo de aval judicial ni puede justificarse dentro de una operación policial para detectar algún tipo de actividad ilícita. Constatado este hecho, y que los documentos incautados se centran en aspectos muy íntimos de las personas vigiladas, el juez sospecha que podría tratarse de espionajes encaminados a practicar más tarde algún tipo de chantaje. El hecho de que los informes hayan aparecido en poder de un alto cargo del PNV acusado de corrupción reforzaría esta tesis.

Las fuentes consultadas han señalado, por otra parte, que los informes confidenciales hallados en poder de Tellería no habían sido elaborados en los meses previos a su detención, sino que algunos eran de 2009 y también de años anteriores. En este sentido, todos los escritos comprometedores habían sido redactados durante el mandato de Javier Balza al frente de Interior, durante la presidencia de Juan José Ibarretxe. Distintas fuentes consultadas por este periódico no descartan que la investigación sobre la elaboración de informes comprometedores avance en las próximas semanas y se intente determinar si existían altos mandos que conocían la existencia de esta actividad dentro de la Unidad de Información de la Er-tzaintza en Álava. " (Fundación para la Libertad, citando a EL DIARIO VASCO, 9/7/2010 )

"Aitor Telleria, miembro de la ejecutiva del PNV cuando fue detenido el pasado mes de marzo por el caso De Miguel, tenía en su despacho profesional informes, presuntamente realizados por dos ertzainas, sobre personalidades públicas, políticos de otros partidos o personas del medio empresarial. (...)

No es el primer caso de espionaje político que salta a la luz pública y salpica al PNV. Ya en los años 80, recién llegado al poder, se descubrió una trama montada para espiar a Carlos Garaikoetxea, cuando era lehendakari y miembro del partido. Hace diez días se destapó otro caso: el del anterior director general de Sprilur, Antton Zubiaurre, que dejó presuntamente intervenido el ordenador de su sucesor y habría tenido acceso a través de él durante más de un año a información sensible, incluidas las comunicaciones entre este y el consejero de Industria, Bernabé Unda.

En medios judiciales próximos a la investigación del caso De Miguel resultó significativo que se acotara de entrada el flujo de información entre las dependencias de la Audiencia de Álava y la Ertzaintza. De hecho, el inicio de las pesquisas a partir de la denuncia aportada por Ainhoa Alberdi sobre la exigencia de supuestos pagos a modo de comisiones por parte de Alfredo de Miguel quedó encargado a un reducido número de ertzainas. Hay quien pensó que así se controlaba de una manera más segura el volumen de información que se iba acumulando a medida que avanzaban las pesquisas sobre un caso que sigue acumulando folios a su voluminoso sumario.

Ahora, con la imputación de dos ertzainas en esta nueva rama de la investigación que sigue el juez Ramos y el fiscal jefe Josu Izaguirre parece tomar cuerpo las reticencias que aconsejaban reducir al máximo la proliferación de agentes de la Policía vasca personados en la investigación. No obstante, la Ertzaintza es la responsable de la transcripción de las cintas aportadas por Alberdi en las que se contienen varios episodios significativos de su denuncia contra De Miguel. " (Fundación para la Libertad, citando a EL PAÍS, 9/7/2010
)

"El caso de presunto espionaje a cargos políticos, funcionarios y empresarios que ha salpicado al PNV alavés tiene su ramificación vizcaína. Fuentes de toda solvencia consultadas por EL CORREO aseguran que dos relevantes miembros del partido jeltzale en Vizcaya se encuentran entre la docena de nombres hallados en el ordenador del ex burukide Aitor Tellería, imputado junto a otros dos ertzainas por el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Vitoria. El magistrado Roberto Ramos ha abierto una segunda línea de investigación al margen del caso de supuesta corrupción destapado en el parque tecnológico alavés de Miñano, en el que también está encausado Tellería junto a otras diez personas relacionadas de una u otra manera con la formación nacionalista. Los dos militantes vizcaínos, serían los únicos miembros del PNV que aparecen en las notas en poder de su compañero alavés de partido, escritas en un documento 'word'.

Respecto a la documentación encontrada, estas mismas fuentes señalaron que no se trata de prolijos informes propios de un seguimiento policial, sino más bien de notas que recogen información relacionada con la vida privada de los espiados. El informe más extenso apenas llega a las diez líneas y, como los demás, aporta datos inconexos de la persona referida.

Esta documentación fue puesta encima de la mesa por el juez Ramos y por el fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Álava, Josu Izaguirre, la tarde del pasado 8 de julio, día en el que tanto Tellería como los dos policías autonómicos imputados comparecieron en el Palacio de Justicia de Vitoria. En la toma de declaración, sin embargo, no se preguntó por otros nombres encontrados en el ordenador del ex burukide y que estaban relacionados, sobre todo, con el PSE-EE alavés. Junto a ellos, también constaban los de un funcionario, un empresario y una persona a la que se vincula con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) -como desveló este diario-, una de las históricas obsesiones del PNV. Todos, a diferencia de los dos miembros del PNV, están afincados en Álava.
" (Fundación para la Libertad citando a EL CORREO, 23/7/2010)

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