9/7/10

La 'roja'... y las reacciones nacionalistas...

"La oleada roja no fue masiva en Euskadi, pero Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Barakaldo o Ermua albergaron una explosión de júbilo «impensable» hace unos años en el País Vasco, fruto de un «cambio generacional», según Francisco Llera. Para Teo Uriarte, «aquí continúan la presión y el miedo», porque «la clase dominante durante treinta años» y la presión violenta han trabajado por la «deslegitimación de España».

El drama vasco va más allá de la sangre y de la política. También las ilusiones que insufla una afición tan aparentemente inocua como el fútbol se guardan en casa. Pero el domingo por la noche, tras la agónica victoria de España en Sudáfrica, ese muro se agrietó tímidamente. La oleada roja no fue ni mucho menos masiva en Euskadi, pero Vitoria, Bilbao, San Sebastián, Barakaldo o Ermua albergaron una explosión de júbilo «impensable» hace unos años, según apunta el catedrático de la Universidad de Deusto Javier Elzo.

El director del Euskobarómetro, Francisco Llera, cree que detrás del festejo vasco se encuentra un «cambio generacional» protagonizado por unos jóvenes que no vivieron el franquismo y no sienten en sus entrañas la identificación entre los símbolos españoles y el régimen totalitario de Franco.

Esa generación «sin cortapisas y sin complejos», prosigue, ha salido a la calle «con naturalidad aunque con cuidado, porque sabe lo que pasa a su alrededor». Pero ha sido una minoría. En el fondo político, argumenta Llera, se esconde la «enfermedad vasca», el silencio forzado por la ausencia de libertad de expresión. También en el fútbol. Lo demuestra «toda esa gente que ha visto el partido en casa, con cuidado, no le vayan a oír los vecinos de al lado».

Quienes vestían el domingo la camiseta naranja en un guiño al equipo holandés pudieron hacerlo «a sabiendas de que nadie les iba a agredir», denuncia. Los que se ataviaron de los colores nacionales, «sin traumas», obraron «sin duda una heroicidad» en una comunidad en la que reina todavía la mordaza, a pesar de que «la inmensa mayoría» de la sociedad se siente tan vasca como española -el 63%, según el último Euskobarómetro de mayo-.

Lo cierto es que Euskadi no se ha teñido de rojo. A diferencia del resto del país, apenas ha colgado banderas de España en sus balcones. Pero a las 22.57 horas, la proeza de Iniesta se coló por las ventanas y diez minutos después se alzaron cohetes, sonaron las bocinas en las carreteras principales y algunos, un puñado de miles, salieron a celebrarlo. (...)

Desde la Fundación para la Libertad, Teo Uriarte lamenta que, a pesar de las grietas, «el muro del silencio no se ha roto». Basta con comparar el respaldo público a la selección en Bilbao y en Castro, a escasos 35 kilómetros de distancia. En la gran mayoría de los casos, dice Uriarte, «la camiseta roja y la bandera se han guardado en la intimidad». Y cuando eso no ha pasado se han producido «incidentes injustificables en cualquier parte del mundo» como los ataques perpetrados en la madrugada de la final.

Aunque hace diez años la celebración del domingo pareciera imposible, «aquí continúan la presión y el miedo», insiste, porque «el discurso de la clase dominante durante treinta años» y la presión violenta han trabajado con tesón por la «deslegitimación de España», mientras «la izquierda» ha abandonado a su suerte conceptos como la nación y símbolos como la bandera, que ayer apareció en las televisiones nacionales como ejemplo de que la selección española también tiene acólitos en Euskadi.

La selección española marca el gol que la hará campeona del mundo. Ante los televisores, 822.000 vascos viven el momento histórico, el 86,9% de todos los ciudadanos del País Vasco que están viendo la televisión en ese preciso instante.

Gol. Cláxones. Cohetes. La celebración en Euskadi no llegó a la euforia del resto de España, tampoco el seguimiento del partido por televisión. Pero no anduvo lejos.
(...)

Unos 663.000 vascos vieron cómo Casillas alzaba la copa a los cielos de Johannesburgo y el minuto de oro, a las 22.56, 831.000 ciudadanos estaban siguiendo en Euskadi la final de la Copa del Mundo, el 88,2% de cuota. " (Fundación para la Libertad, citando a EL MUNDO, 13/7/2010)

"Espero que gane la selección holandesa". Santiago Espot, promotor del boicot en la Copa del Rey: "el domingo iré con Holanda".

El presidente de Força Catalunya, Santiago Espot, ha indicado en una entrevista a e-notícies que "sinceramente, la clasificación de España es algo que no figura en mi agenda ni política ni personal ni familiar. Lo que sí le puedo decir es que espero que el domingo gane la selección holandesa. El domingo seré holandés", ha añadido." (e-noticìes, 08/07/2010)

"Salvador Sostres, con España. Dice en Cuatro que "hay que ganar" y quiere a Zapatero en la final para que "no hagamos el ridículo". (e-noticìes, 08/07/2010)

No hay comentarios: