10/7/08

Los derechos lingüísticos son de las personas. Vayan a donde vayan, llevan su lengua materna, y el derecho a aprender en ella (a poco que sea posible)

“El Manifiesto también reclama que se establezca el derecho de los ciudadanos a ser educados en castellano. A diferencia de la anterior, esta propuesta no está en la Constitución.”

Pues vaya, solucionado… no es constitucional el aprender en castellano, pero si lo es el aprender en la lengua materna. UNESCO, y el sentido comuún dixit.

“si verdaderamente son los ciudadanos quienes tienen derechos lingüísticos, no es claro por qué esos derechos deberían quedar circunscritos al territorio de su comunidad. En aplicación de sus principios, el Manifiesto debería abogar también por el derecho a ser atendido en cualquier lengua oficial por las instituciones compartidas del Estado.” (ALBERT BRANCHADELL: Un manifiesto contra España. El País, ed. Galicia, Opinión, 07/07/2008, p. 27)

Lógicamente, en gallego en Madrid y en Barcelona; en la administración central y en la autonómica (vasca, catalana, valenciana, balear). Como ya se puede en la administración europea.

Sólo que es muy caro, y es mucho más útil para todos usar la lengua común (al estilo Bruselas, dónde las lenguas minoritarias quedan destinadas a un uso simbólico, pues o escribes en inglés, o no te hacen caso). Es por eso, y no por insidias de Esperancita.

Y también aprender en gallego en las escuelas catalanas (vascas, valencianas, de Baleares). Si la lengua materna del niño charnego es el gallego. Y si es el castellano, en castellano ¿Sería mucho pedir? Y, desde luego, los niños inmigrantes en árabe, ruso o rumano. Los sudamericanos, en español. En su lengua materna. Para que puedan hacer carrera. Y en este caso, el ser caro no es un argumento que impida un derecho.

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