Ibarretxe:
1) Acusa veladamente a la víctima a propósito del atentado terrorista sufrido por El Correo (con su rebuscado lenguaje jesuítico):
“ETA ha vuelto a dar una muestra más de que ni le importa ni desea conocer la opinión de la sociedad vasca. Los medios de comunicación no siempre aciertan a presentar sus respectivos relatos informativos. Pero sean cuales sean las valoraciones que todos tengamos sobre la veracidad con que se presentan las noticias, todos los que creemos en la democracia y en la libertad estaremos siempre radicalmente en contra de quienes utilizan la violencia.” (El Correo, 12/06/2008)
Traducido al enunciado ético de la calle, Ibarretxe quiere decir: los medios deforman (el mensaje nacionalista) y merecen un reproche, pero una bomba parece excesivo ¿No creen? Aunque bien pensado ¡Algo habrán hecho estos del Correo para que se la hayan puesto! ¡Si hablaran bien de Euskadi no pasarían estas cosas!
2) Acusa, con toda la razón, al verdugo, a Fraga, de los asesinatos de Vitoria (sólo de los de Vitoria ¿Y el resto? ¿Y Grimau?).
Los argumentos del PNV para acusar a Fraga de asesino, son ciertos, pero son los mismos que puede utilizar Fraga para “responsabilizarlos políticamente” de los crímenes de ETA. El verdugo (Fraga) puede acusarlo a él (Ibarretxe) de cómplice del terrorismo :
“Euskadi sinala a Fraga "responsábel político" dos asasinatos de Gasteiz en 1976.
A comisión especial da cámara vasca declara a varios ministros da época "responsábeis" da matanza dos traballadores.” (Vieiros, 12/06/2008)
El culpable de una masacre es quien la perpetra (Fraga). O quien la tolera. En el Euzkadi actual, Ibarretxe.
Porque ambos utilizan el mismo medio: la policía política (la franquista Fraga;
- Todos los mandos de la policía franquista eran fascistas.
- Todos los mandos de
Una policía política está al servicio del proyecto político del partido al que pertenecen sus jefes.
La de Fraga mataba para impedir las reivindicaciones obreras.
Resultado: complicidad de los nacionalistas (Ertzaintza, PNV) con el terrorismo. Fraga mataba, el PNV deja matar. Mata por denegación de auxilio, por cálculo político criminal.
3) A quién no acusa es a los asesinos. La sintaxis de la acusación al Correo es parecida a la sintaxis de la exculpación de ETA en las preguntas del referéndum de autodeterminación.
“P. ¿Y por qué en la primera pregunta no hay un rechazo explícito a ETA? (…)
R. Que se pone, que no acepto el planteamiento que me está haciendo, que está equivocado, que es mucho más contundente lo que estoy diciendo yo. Lo que decíamos todos los partidos políticos en el Congreso en 2005 es que el rechazo más contundente y más efectivo de la violencia de ETA es decir que ETA tiene que cerrar la persiana para siempre, que no hay rechazo más efectivo ni más contundente que ése.” (JUAN JOSÉ IBARRETXE: "ETA se siente políticamente habilitada por la negociación con el Gobierno". El País, ed. Galicia, España, 08/06/2008, p. 14/5)
Lo contundente es no decir nada. ¡Hombre! Por decir, se puede decir que el asesinato político es un asesinato. Pero eso equivaldría a decir que matar a un nacionalista es lo mismo que matar a un no-nacionalista.
Si Fraga mata a vascos, es un crimen. Si ETA mata demócratas, hay que hacer un referéndum que nos diga si eso es un crimen o una heroicidad en nombre de la patria vasca. Hasta que se celebre no los sabremos. Ibarretxe, claro, cree que es un crimen necesario para la patria vasca ¡Si los demócratas no se defendieran no pasarían estas cosas tan desagradables!
Los torturados escuchaban en sus celdas los vítores a los jugadores argentinos que ganaron el Mundial de fútbol, y los amenazados del País Vasco escuchan las pamplinas discursivas de Ibarretxe, en sus casas señaladas con dianas que llevan su nombre ¿Similitudes?
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