“… el PNV ofrece el siguiente lema de campaña: "Yo vivo en Euskadi; y tú ¿dónde vives?". Más claro, agua… Lo interesante es que aquí se plantea, como diría Humpty Dumty, quién es el amo. Yo vivo en Euskadi quiere decir: yo soy quien tiene derecho pleno a mandar aquí. Los demás, sobrevenidos y arrecogíos, que firmen uncontrato más o menos como el disparatado que Rajoy propone para otros inmigrantes.
Pero ya que el lema electoral convoca al "diálogo", tal como ellos lo entienden, intentemos contestar a esa pregunta. Hay varias respuestas posibles. Una: "Pues mire, yo también vivo en Euskadi. Pero no me extraña que no se haya dado cuenta porque, a diferencia de usted, vivo lo más oculto posible. Procuro no hablar como pienso, dejarme ver lo menos posible en las demostraciones colectivas y finjo constantemente que el nacionalismo obligatorio me parece muy bien. No quiero líos para mí ni para mi familia".
Dos: "No, yo no vivo ya en Euskadi. Me he tenido que marchar, ¿sabe? Una pena. No me gusta que me coaccionen ni me amenacen. Me harté de ver malas caras por no ser adicto al régimen. De modo que me fui a defender la alegría a otra parte. Ahora ya ni siquiera creo que me gustaría volver. Gracias a ustedes, he cogido asco a lo que más amaba".
Tres: "¡Claro que vivo en Euskadi! Y no pienso irme, ni callarme, ni darles la razón a los matones del pueblo. No creo que haya que normalizar políticamente nada aquí, lo que hace falta es que ustedes se acostumbren a ver como normal pertenecer a un Estado de derecho llamado España en lugar de a la tribu de Aitor. Ni tampoco pienso colaborar en su construcción nacional que en realidad consiste en destruir la efectiva nación de ciudadanos a que pertenezco". ¿Hace falta seguir o basta con estas respuestas, señores nacionalistas?” (FERNANDO SAVATER: Sus pompas y sus obras. El País, ed. Galicia, opinión, 22/02/2008, p. 33)
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