30/1/20

La nación española sólo puede ser cívica y pluralista porque ha superado su ciclo étnico y de exclusión. Ser español es vivir en un estado democrático y garantista con una tradición cultural vastísima... una comunidad solidaria de ciudadanos iguales...creación de la izquierda liberal... izquierda que tiene una tarea doble: desacreditar los procesos secesionistas y volver a creer en España como un vector de progreso

"(...)  Diagnosticas a los españoles baja autoestima nacional. Pero, ¿la afirmación de la nación "sin complejos" no es una prueba de complejo de inferioridad?
Hay una serie de expresiones asociadas a la españolidad, como esa, que no comparto: tener complejos no está mal. Otra es "estar orgulloso de ser español", una expresión que me chirría y que no uso nunca.
 No puedo estar orgulloso de algo que no es mérito mío, pero sí sentirme afortunado si comparo mi Estado con otros y veo que el mío es democrático y garantista y que haber nacido en España ha puesto a mi disposición una tradición cultural vastísima de la que me beneficio todos los días. Ser español no es un orgullo, es una suerte, no algo vergonzante, como la izquierda lo siente con frecuencia.
¿Qué le pasa a la izquierda con el nacionalismo?
 
La nación española, como comunidad solidaria de ciudadanos iguales, es una creación de la izquierda liberal, en concreto de los progresistas españoles del XIX, vascos, catalanes y gallegos incluidos. Azaña es el último gran representante de esa tradición. Tras la guerra civil, la nación ya no es liberal sino nacionalcatólica. La Constitución retoma el espíritu del nacionalismo liberal pero la práctica política no. 
Eso lleva a un eclipse de la nación liberal española, que queda sepultada por el recuerdo de la dictadura y por el prestigio de los nacionalismos periféricos. Hasta 2017, cuando el paroxismo del procés favorece que vuelva a concurrir una nación liberal que se siente legitimada para defender su legado y oponerse a la desmembración del territorio.
Pero lo que parece que ha despertado no es el nacionalismo liberal, sino el 'iliberal' de Vox.
 
Cierto. Es otro subproducto del procés: el nacionalismo identitario y defensivo, esencialista. Por fortuna, no lo tiene fácil, porque la nación española tal, tal como se configura en el 78, sólo puede ser cívica y pluralista. Ha superado su ciclo étnico y de exclusión. La prueba es que muchos de los planteamientos de Vox son inconstitucionales. 
¿Qué papel tiene la izquierda en la lucha contra el independentismo?
 
Fundamental. La izquierda tiene el poder prescriptor, educa sentimentalmente a la gente. Si en España hay consenso en que en septiembre del año pasado ocurrió algo muy grave es porque lo denunció alguien como Coscubiela. Es importante que la izquierda sancione negativamente el nacionalismo porque la gente joven escucha principalmente a la izquierda. 
Su tarea es doble: desacreditar los procesos secesionistas y volver a creer en España como un vector de progreso. La gente debe saber que España es algo valioso que es estúpido echar por la borda. El desafío de la izquierda es convencer a la juventud española de que España merece la pena incluso cuando la gobierna el PP."

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