"Al margen de otras consideraciones de tipo político y
judicial, la violencia que se ha producido en Catalunya durante las
recientes protestas contra la sentencia del Tribunal Supremo sobre el
intento del otoño de 2017 de materializar la independencia, ha provocado
un cambio importante en el escenario político y social generado hasta
ahora por los impulsores y propagandistas del proyecto independentista.
Se
trata de que es la primera vez, desde que se inició el proceso, que el
independentismo ha perdido la batalla de la opinión pública. Es decir,
la maquinaria independentista no ha podido imponer la versión que quería
dar de la situación mediante su control de los medios de comunicación
dependientes de la Generalitat y de los privados afines a los
independentistas.
A pesar del apoyo institucional del importante aparato
propagandístico de la Generalitat, los independentistas han perdido la
batalla mediática por primera vez. En este sentido, no han podido evitar
que en el extranjero, en España y en Catalunya, el conjunto de los
ciudadanos haya responsabilizado al movimiento independentista de los
graves disturbios que se han producido en diversos puntos del
territoriol catalán. Eso de que somos gente de paz cada vez engaña a menos gente." (e-notícies, 23/10/19)
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