“Doctor Benavent, mire, esto es una puñetera colonia. ¡Aquí vienen
médicos con el ánimo del colonizador a menospreciarnos, no solo esta
médica sino otras muchas! Incluso este es un país en el que no te puedes morir ni en catalán,
y muchos de nuestros abuelos catalanoparlantes las últimas palabras que
escucharán serán en lengua castellana.
Por lo tanto, los catalanes
somos muy generosos. ¡Dejad que hablen en castellano!, fíjese si somos
generosos. ¡Pero que nos humillen en nuestra casa, como humilló esa
médica a esa madre, no lo toleraremos más!”, explotó el empresario y
activista Santiago Espot en un escrache independentista
contra el centro de atención primaria de Les Corts, en Barcelona.
“No
es cierto, lo niego rotundamente”, trató de responder el interpelado
doctor Benavent, recostado sobre una columna del centro médico,
abochornado por el espectáculo. “Usted no da las explicaciones oportunas
e iremos allí donde haga falta. ¡Que eso no se vuelva a repetir aquí! ¡Eso no se volverá a repetir!”, prosiguió amenazante con el pulgar extendido Espot.
Este episodio es la última salida de tiesto del independentismo contra
el uso del castellano en las instituciones públicas de Cataluña. La ira
identitaria de Espot y de quienes le acompañaron a acosar al personal
médico se basa en la denuncia de una mujer, Mercè Bolufer, quien relató públicamente cómo ella y su hija, discapacitada psíquica, habían sido humilladas por una doctora que no las atendió en catalán en Urgencias.
“Me quedé a cuadros, si hubiera sido por mí me habría ido, pero la que
estaba sufriendo era mi hija. Tuve que estar toda la consulta
traduciendo en castellano para ella [la médica] y en catalán para mi
hija”, relató Bolufer en la cadena de radio RAC1. La menor, según la
madre, solo comprende el catalán. La denuncia prendió la indignación del
sector catalanista más militante. El incidente ocurrió el 18 de
septiembre.
“Aquí no se ha discriminado a nadie”, explica lacónico el doctor Benavent en el vídeo que han hecho circular el propio Espot y el Movimiento Identitario Catalán, un grupo de ultraderecha independentista. “Nuestra versión no es esa, pero ustedes se están convirtiendo en un tribunal…”,
dice el doctor. “¡De la Inquisición!”, completa otra profesional que
asiste incrédula al espectáculo.
“No escuchan la versión de los
profesionales afectados. Es muy sencillo. No entraré en detalles de lo
que pasó en una entrevista clínica, pero sí le explicaré que tenemos
muchos profesionales en formación extranjeros, y todos saben de la
obligación, lo antes posible, de entender las lenguas oficiales de aquí.
Y lo hacen todos muy rápido, nunca hemos tenido problema”. Este diario trató de obtener la versión del centro médico de Les Corts, que declinó la petición.
Los
participantes en el escrache, con Espot a la cabeza, solo encuentran
una forma de hacer justicia: que se expulse a la doctora. “¿Ya han echado a la persona en cuestión?”,
pregunta una participante. Sarcasmo y alboroto entre los médicos allí
presentes. “¡Solo faltaría!”, dice uno de ellos. “La doctora entiende
perfectamente el catalán”, completa el doctor para calmar los ánimos.
“Entiende perfectamente, ¡encima nos está describiendo que entonces
estaba con ganas de humillar a la persona!”, responde indignada la mujer
que ha formulado la pregunta.
Plataforma per la Llengua, una ONG cuyo cometido es
garantizar la presencia de la lengua catalana en todos los ámbitos y
territorios de los denominados Països Catalans, ha criticado a raíz de
este incidente un incremento de casos de “discriminación lingüística a
pacientes en centros de salud catalanes, que son sistemáticos y no se
investigan", y ha pedido a la Consejería de Salud de la Generalitat cursos obligatorios para los facultativos.
Según la plataforma, en los primeros nueve meses de 2019, han recibido 26 quejas sobre este particular,
las mismas que recibieron en todo el año pasado y por encima de las 16
que recibieron en 2017. Se trata de “personas vejadas o que tienen que
ir a otro centro” y recuerda que el Tribunal Superior de Justicia de
Cataluña reconoce mediante sentencia el derecho de los ciudadanos a ser
atendidos en catalán por los trabajadores de la Generalitat." (El Confidencial, 08/10/19)
"Plataforma per la Llengua denuncia la “discriminación” de una paciente en el Hospital de Figueres por hablar catalán.
Plataforma per la Llengua ha denunciado la “discriminación” y “vejación” de una paciente del Hospital de Figueres por hablar en catalán.
La entidad ha asegurado que la afectada, que presentó una queja en el
centro hospitalario y al Institut Català de la Salut, habló en catalán a
un médico y que este le recriminó afirmando que hace cinco años que
trabaja aquí, que no lo ha aprendido y que no tiene intención de
hacerlo.
“Me quedaré y no pienso aprenderlo, soy venezolano hispanohablante y
usted aprendió castellano”, le espetó según la denunciante. A
continuación, detallan desde la entidad, la mujer insistió que quería
seguir expresándose en catalán y el facultativo le respondió que esto
era “racismo”.
Desde la plataforma insisten que el malestar de la afectada no se
debe al hecho que el médico la atendiera en castellano sino que le
recriminara que ella lo hiciera en catalán y que la acusara de racista
para hacerlo. Desde el hospital han asegurado que están valorando la
queja y que harán público un posicionamiento próximamente.
La organización que trabaja para promover la lengua catalana ha
detallado en un comunicado que el hospital respondió a la queja de la
paciente afirmando que “entiende” que “si el profesional la atendió en
castellano fue para facilitar la comunicación” y para darle una “mejor
asistencia”.
A la respuesta, añaden al comunicado, también admitió que la
legislación reconoce el derecho a expresarse en catalán y a “no ser
discriminado por razón de la lengua oficial que se emplea” pero que “se
excusa” en el hecho que los facultativos de Catalunya “tienen orígenes
diversos”. La plataforma ve “improcedente” la respuesta y lamenta que
“no se informe si estos hechos que se han denunciado se han
investigado”.
La directora de la entidad, Neus Mestres, cree que la
situación y la respuesta denotan que el centro hospitalario “no solo no
tiene unos criterios claros sobre como gestionar la diversidad
lingüística, sino que descarta cualquier investigación de los hechos y
no informa sobre si tiene un protocolo para garantizar los derechos
lingüísticos de los ciudadanos”.
Paralelamente, la entidad ha expuesto los hechos en conocimiento del Departament de Salut y pide una reunión con el hospital para abordarlo y “ofrecerle apoyo” en casos como este. Desde el centro han asegurado a ACN que están valorando el caso y que darán su versión en próximamente." (La Vanguardia, 16/09/19)
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