"El independentismo, impulsado por el Govern, está intentando tapar el hundimiento de su proyecto, organizando una nueva fake news
sobre los atentados yihadistas del verano de 2017 en Barcelona y
Cambrils.
Así, se reactiva la vieja teoría de la conspiración del
radicalismo independentista, según la cual el Centro Nacional de
Inteligencia (CNI) del Estado español mediante sus contactos con un imam
que era el líder del grupo yihadista, habría organizado o permitido
esos atentados, con la finalidad de boicotear el referéndum ilegal que
se había convocado para el 1 de octubre de ese año.
El Govern, sin embargo, prescinde de sus propios errores en este caso. Uno de ellos se produjo cuando la titular del juzgado de instrucción número dos de Amposta, partido judicial al que pertenece Alcanar, realizó una inspección ocular tras la explosión del 16 de agosto en una casa de esta localidad, que servía de base al grupo yihadista. La jueza advirtió a los Mossos d’Esquadra de que las bombonas que explotaron “podían estar preparadas para un atentado”.
El Govern, sin embargo, prescinde de sus propios errores en este caso. Uno de ellos se produjo cuando la titular del juzgado de instrucción número dos de Amposta, partido judicial al que pertenece Alcanar, realizó una inspección ocular tras la explosión del 16 de agosto en una casa de esta localidad, que servía de base al grupo yihadista. La jueza advirtió a los Mossos d’Esquadra de que las bombonas que explotaron “podían estar preparadas para un atentado”.
Si
esta advertencia de la jueza, Sonia Nuez Rivera, hubiera sido atendida
por los Mossos, tal vez se hubiera podido seguir la pista de los
yihadistas que al día siguiente atentaron en Barcelona y después en
Cambrils. Sin embargo, la contestación de los agentes a la jueza, cuando
les alertó de que se podría estar preparando un atentado fue: “Señoría,
no exagere”.
La policía catalana sostenía la teoría de que se había
tratado de una fuga de gas. La Guardia Civil se ofreció a colaborar con
sus expertos en desactivación de explosivos, porque intuían que no era
una fuga de gas, pero los Mossos se negaron y cerraron el asunto como
una explosión fortuita." (e-notícies, 22/07/19)
"La Vanguardia echa por tierra los bulos sobre el 17-A.
Los Mossos d’Esquadra, apoyándose en sus propias investigaciones y en las de la Policía Nacional y el CNI, fueron quienes reconstruyeron los movimientos de la célula yihadista después, y no antes, de los atentados terroristas de la Rambla de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto del 2017, según consta en la documentación de la causa judicial analizada y revisada por La Vanguardia. De esas investigaciones y sus resultados, la policía catalana remitió una exhaustiva descripción en numerosos informes enviados a la Audiencia Nacional, cuyo juzgado central número 4 instruye la causa, y de los que se muestran algunas páginas en las imágenes que acompañan a esta información.
Asimismo, varias fuentes de diferentes cuerpos de seguridad que han participado en la investigación aseguran que ni los servicios de inteligencia ni los policiales tuvieron conocimiento de esos movimientos y actividades antes de los atentados, en contra de lo especulado estos últimos días. Incluso un informe de los Mossos resalta el “estudio retroactivo de llamadas”. Una conclusión contraria a la del digital Público en el sentido de que los servicios secretos conocían esas actividades de los terroristas antes de los atentados, porque tenían controlado sus movimientos y, pese a ello, no actuaron.
La precisa reconstrucción de las actividades de los yihadistas comenzó a gestarse inmediatamente después de los atentados. Para ello, los Mossos utilizaron, primero, los teléfonos móviles incautados tras el atentado, alguno de los cuales contenía una enorme cantidad de grabaciones de conversaciones entre los terroristas efectuadas por ellos mismos, lo que permitió reconstruir diálogos y discusiones sobre sus objetivos, pero que nunca estuvieron pinchados antes de los atentados y cuya existencia no era conocida antes del 17-A por la policía.
Segundo, recuperaron los datos de los desplazamientos de los terroristas registrados en las antenas móviles, los peajes y cámaras de las autopistas y las tarjetas de crédito empleadas para realizar pagos, así como en las cámaras de vídeo de comercios y bancos. Y finalmente contaron con la colaboración de las autoridades francesas a través de un llamado “equipo conjunto de investigación”, según los informes de los Mossos, y también de comisiones rogatorias a Bélgica y Alemania .
Ese trabajo de los diferentes cuerpos policiales encabezados por los Mossos d’Esquadra permitió reconstruir gran parte de los movimientos de los terroristas, comenzando por los constantes desplazamientos desde Ripoll, lugar habitual de residencia de la mayoría de ellos, a la casa de Alcanar (Tarragona), donde fabricaron explosivos con el objetivo de causar una masacre y que acabó saltando por los aires un día antes del sangriento ataque de la Rambla.
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) también participó en la aportación de datos que facilitó al equipo conjunto, sobre todo a la hora de reconstruir el viaje a París realizado por dos de los autores de los atentados, Omar Hichamy y Younes Abouyaaqoub. Fuentes de la investigación explican que esos datos fueron obtenidos tras la masacre y también con la ayuda de los servicios franceses.
Pocos días después de los atentados, los Mossos ya
disponían de importantes rastros de las actividades previas de los
terroristas, desde los números de los teléfonos móviles y los propios
aparatos, a recibos de gastos, tickets de parking, paso por peajes o
justificantes de movimientos bancarios.
De hecho, la policía española
descubrió la existencia de ese viaje –del 11 al 12 de agosto del 2017–
cuando ya se habían producido los atentados del 17 de agosto, gracias a
los registros de pagos de la tarjeta Visa utilizada por Hichamy y
Abouyaaqoub, los dos terroristas que viajaron a París. La tarjeta
bancaria estaba asociada a una cuenta en CaixaBank, entidad a la que se
le requirió la documentación. Ese fue el punto de partida de la
reconstrucción del viaje a París.
Sólo días después del ataque, el 30 de agosto de 2017, la
Comisaría General de Información de la Policía ya recogía en un informe
la existencia de este viaje en un Audi A3, al que identifican con la
matrícula: “Se tuvo conocimiento del viaje en virtud de lo dispuesto en
el auto de la autoridad judicial competente, disponiendo que la compañía
Visa facilite los movimientos efectuados a través de la tarjeta
bancaria número (...)”.
Con los datos aportados por la compañía se
certificó que el 11 de agosto habían realizado pagos por la autopista
Autoroute Du Sud y que al día siguiente habían aparcado en un parking de
París, cuyo ticket también fue localizado en un restaurante abandonado
en Riudecanyes (Tarragona). “El día 13 de agosto ambos sujetos serian
localizados regresando a España”.
La información aportada por las
autoridades francesas ayudó también a reconstruir paso a paso dónde se
alojaron en París e incluso comprobar que acudieron a un FNAC a comprar
una cámara de fotos que luego se encontraría en Alcanar.
En su viaje de vuelta el 13 de agosto, dejaron también
huella, entre otros lugares en la autopista catalana: “El A3 (matrícula
9676BHF) (…) a las 8.17 franquea el peaje de Martorell y circula por la
autopista hasta la salida del peaje de Amposta (Tarragona), siendo las
9.28. En las imágenes (…) de la empresa concesionaria se vislumbra que
el vehículo iba ocupado por dos personas, acreditando con alta
probabilidad que fueran Hichamy y Abouyaaqoub, ya que el importe del
peaje fue abonado con la tarjeta bancaria” de este último.
Especial relevancia en la investigación tuvo el
descubrimiento de los audios de las aplicaciones WhatsApp y Call
Recorder en el teléfono móvil de Mohamed Hichamy, muerto en los
atentados y considerado por los investigadores uno de los coordinadores
del comando. Su teléfono, marca Sony Xperia Z5, apareció en un Audi A3,
utilizado en el ataque de Cambrils.
Cuando los Mossos analizaron el
contenido descubrieron que Hichamy guardaba una gran cantidad de
conversaciones de audio. Un resumen de las mismas se incluye en el
informe de los Mossos, de fecha 25 de octubre del 2018 (cuya portada
aparece en estas páginas), bajo el título “Informe cronológico de
actividad de los investigados”.
Para realizar este informe los Mossos tardaron un año. Con
todos los datos recabados de las distintas compañías, diseccionaron lo
que hicieron los principales responsables de los atentados, el imán de
Ripoll Abdelbaki Es Satty incluido, cada día desde el 24 de mayo del
2017 hasta el 21 de agosto, día que es abatido el último terrorista
huido.
Los investigadores reconocen que del teléfono de Hichamy,
con las conversaciones guardadas, obtuvieron mucha información. “Es
interesante escuchar el contenido de alguna de estas llamadas, capturado
en el teléfono de Mohamed Hichamy. En este indicio se puede escuchar a
Mohamed hablando con Omar Hichamy a las 18.13 h, momento en que el
primero le pregunta dónde está. Le responde que se encuentra en
Puigcerdà (Girona). En otra comunicación de las 19.14 h horas, Mohamed
llama a Younes y le pregunta si todo está bien, tras lo que se corta la
llamada (...)”.
Estas son algunas de las conversaciones aunque hay
muchas otras. Su contenido no lo sabían los investigadores porque
tuvieran intervenidos sus teléfonos previamente sino que están guardadas
en el terminal encontrado tras los atentados.
En un oficio remitido por los Mossos al juez el 20
de mayo del 2019 sobre Hichamy recoge que de los datos encontrados en su
teléfono “resultó de interés la aplicación WhatsApp, donde se
localizaron conversaciones que mantuvo ya sea de forma escrita y/o
mediante audios; y, por último, la aplicación Call Recorder que registra
y almacena todas las llamadas efectuadas y recibidas por el terminal”.
El viaje realizado a Francia días antes de los atentados por dos de sus autores logró ser reconstruido. Las cámaras de seguridad de los peajes situaron de manera precisa el paso del coche Audi A3 tanto a la ida como a la vuelta. Pudieron determinar que entraron en el hotel B&B de París a las 20.55 horas del día 11 de agosto del 2017 o que una hora más tarde, a las 21.53 h salían por la puerta. Todos estos datos se obtuvieron gracias a la cámaras y a la información del hotel y muchos otros establecimientos que colaboraron con la investigación tras la masacre.
En el informe, los Mossos acompañan el detalle de los movimientos con las conversaciones encontradas en el teléfono de otro terrorista, Mohamed Hichamy (el indicio YA2.2). De ahí se pudo determinar que los dos terroristas que estaban en Francia mantuvieron contactos con otros de ellos que conocían su estancia allí. Público atribuye el conocimiento de esas conversaciones a que el CNI los estaban grabando en directo y escuchando sus conversaciones. Las fuentes de La Vanguardia lo descartan." (Carlota Guindal, La Vanguardia, 28/07/19)
"El progresivo derrumbe del proyecto independentista
tiene también consecuencias en el nivel de los medios de comunicación.
Así, actualmente la antigua capacidad del independentismo para organizar
importantes campañas mediáticas sobre los asuntos que le interesaban,
está disminuyendo, y su influencia en los medios es muy inferior a la
que tenía cuando se inició el proceso soberanista. Lógicamente, hay que
exceptuar a los medios de comunicación de la Generalitat, controlados
por los propagandistas del independentismo.
Estos
días, amplios sectores independentistas están indignados ante el eco
mediático casi nulo que está teniendo su última campaña, consistente en
un intento de reactivación de la vieja teoría conspirativa según la cual
los atentados yihadistas del verano de 2017 en Barcelona y Cambrils
fueron propiciados o, al menos tolerados, por el Centro Nacional de
Inteligencia (CNI) del Estado, que utilizaba como confidente al imam que
lideraba el grupo islamista responsable de los hechos.
Los independentistas han puesto en marcha toda
su potencia propagandística para alcanzar este objetivo y, sin embargo,
no han conseguido que el asunto salga del ámbito de los medios de
comunicación controlados desde la Generalitat . De esta manera, el
proyecto de una gran campaña mediática para llevar el asunto incluso a
la Unión Europea, está resultando, por el momento, un fracaso
contundente." (e-notícies, 22/07/19)
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