"El vicepresidente del Govern y consejero de Economía, Pere Aragonès,
pidió hace días al Ejecutivo español del PSOE que "levante el control"
sobre las finanzas de la Generalitat" porque "no se ajusta a la
legalidad" y supone "una discriminación" con respecto al resto de
comunidades. Y después, lanzó un torpedo contra el anterior Gobierno de
la Junta de Andalucía.
Aragonès dijo que “el Gobierno del Estado se tendría que preocupar por controlar a otros gobiernos, como el andaluz, que están en los tribunales, y que lo están por haber cometido un fraude de miles de millones de euros con los recursos de los ERE”.
Aragonès dijo que “el Gobierno del Estado se tendría que preocupar por controlar a otros gobiernos, como el andaluz, que están en los tribunales, y que lo están por haber cometido un fraude de miles de millones de euros con los recursos de los ERE”.
Un
consejero de la Generalitat de Catañimua, sin embargo, no parece la
autoridad más adecuada para lanzar acusaciones de corrupción. Además,
parece olvidar que el control financiero sobre la Generalitat se impuso
porque el anterior Ejecutivo catalán cometió presuntamente un delito de
malversación de recursos públicos, en el marco del intento de aplicar el
proyecto independentista.
Y por otra parte, Aragonès prescinde de los numerosos casos de corrupción que afectan a anteriores administraciones de la Generalitat. Es decir, parece que no recuerda que, a partir del caso de Banca Catalana, y del caso Casinos, llegaron los escándalos de Jordi Pujol y su familia; el saqueo del Palau de la Música; los numerosos procedimientos abiertos por el cobro de comisiones ilegalmente (el 3%); el caso Pallerols; el denominado caso Pretoria, con la implicación de históricos convergentes, como Macià Alavedra y Lluís Prenafeta; el caso de Innova en Reus; el caso de la empresa pública Adigsa; el caso Clotilde, que afectó al ex diputado Xavier Crespo, como alcalde de Lloret, por sus relaciones con la mafia rusa, o el caso de las ITV, entre otras cuestiones." (e-notícies, 04/04/19)
Y por otra parte, Aragonès prescinde de los numerosos casos de corrupción que afectan a anteriores administraciones de la Generalitat. Es decir, parece que no recuerda que, a partir del caso de Banca Catalana, y del caso Casinos, llegaron los escándalos de Jordi Pujol y su familia; el saqueo del Palau de la Música; los numerosos procedimientos abiertos por el cobro de comisiones ilegalmente (el 3%); el caso Pallerols; el denominado caso Pretoria, con la implicación de históricos convergentes, como Macià Alavedra y Lluís Prenafeta; el caso de Innova en Reus; el caso de la empresa pública Adigsa; el caso Clotilde, que afectó al ex diputado Xavier Crespo, como alcalde de Lloret, por sus relaciones con la mafia rusa, o el caso de las ITV, entre otras cuestiones." (e-notícies, 04/04/19)
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