23/4/19

Biopsia del tejido vasco en Rentería... ¿hay aún sitios en el País Vasco donde un partido no puede ir en campaña? La convivencia es frágil. Aquí hay gente que a la primera de cambio se quita la piel de cordero. No me lo esperaba. En Rentería hay un grupo de irreductibles que siguen allí... Dejaron de perseguirnos, pero siguen ahí. Si mañana hubiera una involución saldrían inmediatamente a la calle, lo tengo clarísimo. En Rentería solo te hacen recibimientos si eres etarra... el miedo sigue existiendo

"(...) Los incidentes del mitin del pasado domingo de Albert Rivera en Rentería, a 15 minutos de San Sebastián, abrieron una incisión inesperada en una comunidad muy castigada por la violencia en el pasado y que lleva años en un laborioso y encomiable proceso de curación. Es el municipio español que más gasta en servicios sociales

En este periódico protagonizó un reportaje, en julio de 2017, como "el ejemplo de la otra cara de Alsasua", al ser el primer Ayuntamiento de EH Bildu que hacía un homenaje a víctimas de ETA. A la viuda de José Luis Caso y a la hija de Manuel Zamarreño, dos concejales del PP. Pero ahora sienten que algo no va bien. Merece una biopsia detenida. El pueblo está incómodo, se hace preguntas, se examina.

En Rentería están hartos de la etiqueta de la Belfast vasca, y creían haberse librado de ella. Piensan que no es justo, por 200 o 300 personas que fueron a insultar a Rivera, y a golpear cacerolas mientras hablaba, en un pueblo de 39.000 vecinos. En la terraza del bar de la Casa del Pueblo del PSOE había este viernes un anciano tomando un vino al sol, algo impensable hace unos años: esta sede la quemaron 28 veces. 

Hay un centro extremeño y dos andaluces. Señoras con velo por la calle. Tiendas chinas que hacen las uñas de gel con francesa a 30 euros. Es una nueva sociedad, nacida sobre un pasado tenebroso: 21 asesinatos de ETA, dos de grupos parapoliciales, cinco por disparos policiales en la Transición y cientos de denuncias de torturas.

 No obstante, la cuestión que incomoda a un pueblo en paz tras el suceso del domingo es evidente: ¿hay aún sitios en el País Vasco donde no un partido no puede ir en campaña? Muchos acusan a Rivera de haber ido a provocar. Todos añaden de inmediato que tenía todo el derecho a ir a decir lo que quisiera, pero… En los peros está en el País Vasco la clave de todos los problemas. El fastidio en Rentería también viene de algo más profundo: creían que estaban mejor. 

"Llevo ocho años con esto, de trabajo discreto, para que cambien las cosas, me he sentado a calzón quitado con gente que me ha querido matar, esto como te lo digo. Ni sé los años que estuve con escolta, aquí hemos vivido como en un búnker. Y ahora al primer envite que ha habido hay gente que no ha sabido aguantarlo", cuenta José Ángel Rodriguez, candidato del PSOE a la alcaldía en las elecciones del mes que viene. "Ha sido una pequeña decepción.

 La convivencia es frágil. Aquí hay gente que a la primera de cambio se quita la piel de cordero. Seguiremos trabajando. No me lo esperaba, pero tampoco que vinieran en ese plan". Critica a Ciudadanos. Los socialistas, que han gobernado el pueblo 28 de los 40 años de democracia, se sienten ofendidos de que alguien llegue a dar lecciones de plantar cara al nacionalismo.

Charlando el viernes, habla de la otra parte del problema: "Aquello no fue espontáneo, de eso nada. Los lazos amarillos colgados en las fachadas no se improvisan. En Rentería hay un grupo de irreductibles que siguen allí, unas veces duermen y otras salen. Nadie se hace bueno por decreto. Dejaron de perseguirnos, pero siguen ahí. Si mañana hubiera una involución saldrían inmediatamente a la calle, lo tengo clarísimo. Sigue habiendo un rescoldo. El incendio está controlado, pero los bomberos tienen que seguir allí. 

Los partidos, la sociedad, vigilando, para que no prenda de nuevo". Tres de los cuatro jóvenes detenidos por el insólito brote de kale borroka en Pamplona en marzo de 2017, uno de ellos menor, eran de Rentería. Fueron condenados a dos años de cárcel en 2018.
Entonces, ¿por qué Ciudadanos eligió ir a Rentería? "¿Te das cuenta de la pregunta, no? Es como decirle a la mujer violada por qué se puso la minifalda", responde la eurodiputada Maite Pagazaurtundua, que en el mitin pronunció un emotivo discurso, porque pasó su infancia en ese pueblo.

 "Es una inversión absoluta de responsabilidades, esto no es nuevo, y la equidistancia entre acoso y acosador es mezquina. ¿El nuevo tabú es que no podemos ir? ¿Antes no y ahora tampoco? En Rentería solo te hacen recibimientos si eres etarra. Los hacen los que para nada se han arrepentido. Eso no causa escándalo en Euskadi. No se consentirían homenajes al maltratador de un perro, por ejemplo". 

Afirma que el miedo sigue existiendo, que la gente que piensa como ellos en Rentería no puede decirlo. Asegura que no todos los vecinos de los edificios donde se colgaron lazos amarillos gigantes estaban de acuerdo en ponerlos, pero no se atrevieron a negarse. "No conozco bien el trabajo del alcalde de Rentería, quizá tenga la mejor intención, pero la estrategia de su partido desde luego no va por ahí, juega a otra cosa. Al llamarnos fascistas siguen con la deshumanización de las personas y además se reinventan".  (...)

El alcalde de la localidad, Julen Mendoza, de EH Bildu, que ha pilotado la distensión desde 2011, no ha querido hablar con este periódico y se remite a otro artículo que publicó el jueves: Carta abierta a Albert Rivera. En ella, reprocha al líder de Ciudadanos: "Hay demasiadas personas haciendo un enorme esfuerzo, incluso emocional, demasiadas horas dedicadas, para que echemos a perder todo lo construido", explicaba. 

Le invitaba a ir fuera de la campaña electoral. El escritor y filósofo Fernando Savater, también presente en el acto, solo lo comenta con una frase: "A quien tiene que escribir es a los energúmenos que pretendían boicotear el acto, no a Albert Rivera".

En la carta del alcalde no hay mensajes a quienes fueron a reventar el mitin, aunque en EH Bildu si se deslizó algo de autocrítica. Un destacado exponente de la formación abertzale admite que "lo más sensato políticamente habría sido no entrar al trapo y dejarles hacer lo que les diera la gana, y ese es el llamamiento que el alcalde hizo en los días previos". Apunta que fuera de Euskadi es difícil de entender que "EH Bildu no es lo más radical en el País Vasco, hay otras fuerzas y de hecho piden la abstención en las elecciones".  (...)

Lejos del centro del pueblo, es difícil encontrar un lugar importante de la historia reciente de Rentería, el lugar del último atentado de ETA en 1998. La calle donde mataron a Manuel Zamarreño es obscenamente anónima y sin importancia, siendo un héroe de la democracia: asumió el cargo de concejal tras el asesinato de su compañero José Manuel Caso, sabiendo casi con seguridad que le iban a matar. Era calderero en paro y duró 34 días en el cargo. No hay una placa, nada. Es uno de los muchos casos de ETA sin resolver

 El terrorista que apretó el mando a distancia de la bomba estaba en una colina próxima, un parque donde hay un grupo de adolescentes. Al preguntarles, no saben dónde fue el atentado. Dicen que es mejor preguntar a unas señoras mayores, que juegan a las cartas. Pero también lo ignoran, exclaman que eso fue ya hace muchos años. Unos ya no lo recuerdan, otros nunca lo han sabido."                            (Iñigo Domínguez, El País, 21/05/19)

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