18/12/18

El tiempo de Pedro Sánchez está acabando... Su intento de negociación fue interpretado como debilidad por parte del nacionalismo... la derecha nacionalista catalana necesitaba polarizarse contra la derecha española. Las dos se necesitaban. Se han retroalimentado... La izquierda a la izquierda del PSOE tiene una gran responsabilidad. Parte de lo que está sucediendo es el resultado de un análisis erróneo por su parte... El caso catalán está destrozando a la izquierda...

"(...) El tiempo de Pedro Sánchez está acabando. Su apuesta por el diálogo suena vacía. Los resultados en Andalucía demuestran su debilidad y precisa endurecer el discurso para competir contra la derecha. Se rumorea la posibilidad de una consulta con tres preguntas. No tendrá tiempo. 

Su intento de negociación fue interpretado como debilidad (por parte del nacionalismo, puesto que necesitaba sus votos) o cesión (por parte de la oposición de derechas, en un discurso que le da réditos). 

Su error, tantas veces evidenciado, no convocar elecciones cuando lo prometió. El PSOE tenía hambre de poder. Se vislumbran elecciones anticipadas.  (...)

El Independentismo no puede echar marcha atrás. No hay mucho margen de negociación, mientras Puigdemont, a través de Torra, siga marcando la ruta. En Cataluña, hay un evidente vacío de poder. El primero que dé el paso atrás será anatemizado: será un mal patriota. Nadie desea perder sus opciones políticas y su modo de vida. 

 ERC/Junqueras esperan agazapados y a la sombra, sueñan con aparecer como Moisés abriendo los brazos y guiando al pueblo elegido. Junqueras, el gran responsable de extender los mitos y falsedades de un independentismo donde los ríos manarían leche y miel se reserva, quiere aparecer como el líder mesiánico y salvador, capaz de negociar con el Estado.

Como hemos indicado en otros comentarios, la derecha nacionalista catalana necesitaba polarizarse contra la derecha española. Las dos se necesitaban. Se han retroalimentado. Se produce, así, un reagrupamiento de las fuerzas más conservadoras a nivel estatal (el ejemplo andaluz es el más evidente). Se abre paso la posible victoria electoral de la derecha con el apoyo de la extrema derecha.

La responsabilidad de la izquierda y las elecciones andaluzas

La izquierda a la izquierda del PSOE tiene una gran responsabilidad. Parte de lo que está sucediendo es el resultado de un análisis erróneo por parte de la izquierda podemita. Su supuesta equidistancia no ha sido tal. Al utilizar el argumentario de la derecha nacionalista catalana (autodeterminación, referéndum, independencia…) ha quedado cosificada como aliada del Independentismo. 

Realizó una fuerte campaña a favor del “derecho a decidir de Cataluña” en más de 40 ciudades españolas. Hoy, en el Parlament de Cataluña sigue defendiendo las posturas de la derecha nacionalista, mientras en el Parlamento español acusa a Pedro Sánchez de ¡¡¡“Incendiar Cataluña”!!! 

¿Puede un gobierno democrático ceder a la presión independentista y dejar de reunirse donde quiera dentro del territorio nacional? Podemos, en boca de sus principales dirigentes, ha criticado por antidemocrático al propio Estado que, curiosamente, les ha permitido gobernar con el PSOE. (...)

En las elecciones andaluza, se rehuyó el debate sobre el modelo de Estado, parecía que era una isla ajena al vendaval que provocaba el nacionalismo catalán. Quisieron olvidar que el patriotismo, también el español, no es necesariamente de derechas, sino que tiene múltiples manifestaciones. Adelante Andalucía (Podemos-IU) y sus dirigentes, como Teresa Rodríguez, han demostrado sus limitaciones. El resultado, un desastre electoral (Se pierden un tercio de los votos en una confluencia que se pretendía ganadora entre Podemos y IU).

El caso catalán está destrozando a la izquierda

Pero tranquilos: a pesar de que son radicales anticapitalistas, nadie será responsable. Algunas encuestas apuntan que una parte del electorado de la izquierda andaluza ha acabado desorientada votando a Vox (15%) o Ciudadanos. El caso catalán está destrozando a la izquierda, que se fragmenta o, sencillamente, desaparece, como IU.  (...)

Sectores de la militancia de Podemos Cataluña, vieron con asombro cómo Ada Colau y el ex secretario general, Albano Dante Fachin (ahora a sueldo del procés como tertuliano), repetían la misma argumentación que la derecha neoliberal de Puigdemont o Quin Torra. 

De facto, en Cataluña, una parte de la izquierda a la izquierda del PSC se ha alineado con la derecha catalana, la que recorta más que nadie en sanidad, educación y la que afirma que las manifestaciones de profesores, médicos o funcionarios son “pequeñas cosas sin importancia”.

Ada Colau pretendía que la supuesta equidistancia le permitiría mantener e incluso incrementar su base electoral. Pero ha ido de error en error; la ruptura del acuerdo de gobierno con el PSC, se hizo mirando al Independentismo. El objetivo: forjar una futura coalición con Esquerra. Ada Colau no ha tenido en cuenta en sus análisis, si es que los han hecho, que el independentismo catalán tiene un profundo contenido racista y de clase.

 Los militantes de Podemos “mai serán dels nostres”. El nacionalismo catalán responde a los intereses de una casta política enfangada en la corrupción y con una concepción ultraliberal en lo económico y social. Ada Colau en ocasiones parecía creer que era prioritario el hecho nacional sobre las necesidades sociales. El mismo argumentarlo con el que la CUP se ha auto-justificado.  (...)

Las elecciones municipales en Cataluña se darán en clave nacional, constitucionalismo o independentismo, no habrá espacio político para nada más. En ese escenario, Podemos en Cataluña sin estructura ni organización aborda las elecciones en el peor escenario posible.  (...)"               (Eduardo Luque Guerrero, Crónica Popular, 15/12/18)

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