23/10/17

Le Canard Enchainé: 'En Cataluña, a Puigdemont y sus acólitos les apodan “los Catalibanes”. La verdad es que son ridículamente graciosos'

"El semanario satírico francés Le Canard Enchainé, publicación de papel que apenas vuelca contenidos en su web, dentro de su sección ‘Prises de Bec’ hace un perfil de Carles Puigdemont. (...)

La sección ‘Prise de Bec’ consiste en un perfil satírico de un personaje de actualidad. El de Puigdemont ha sido firmado por Anne-Sophie Mercier.(...)

Un usuario de redes sociales, Antonio Campos Irujo, ha colgado en su perfil de facebook la traducción íntegra del artículo, les ofrecemos aquí su texto por si no tienen acceso a esta red social.

“Si valida su referéndum, el presidente independentista se arriesga a encontrarse, junto a toda Cataluña, en secesión de pagos.

Está eufórico: Carlos Puigdemont se siente ya “el presidente de un país libre”. Porque él, no ha conocido la libertad, ha sufrido larga y duramente el terrible yugo de la “opresión castellana”. Por supuesto, su región luce su cultura y tiene el catalán como lengua oficial, sus propios programas escolares, su propia administración, su propia policía y elige libremente sus dirigentes abiertamente independentistas. 

¿Y entonces? No ha sido suficientemente subrayado, Cataluña es todavía hoy una “colonia española” que sufre el “diktat” de Madrid.

El Tribunal constitucional “está corrompido y es españolista” y desde el referéndum del 1º de octubre y las violencias policiales que le siguieron, España se ha convertido, si señor, en “un Estado totalitario”. 

Este tipo de cosas pueden suceder de repente, si uno no se despista. Y Rajoy no es ni más ni menos que el hijo espiritual de Franco. Es a este peligroso dictador a quién desafía hoy al reivindicar la independencia de Cataluña. Poco importa que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, le abandone. Y poco importa que centenares de miles de personas hayan desfilado contra él el domingo.

Ya ha contado a la prensa abundantemente su jornada del 1º de Octubre, las fuerzas de ocupación de la Guardia Civil que vinieron a detenerlo para impedirle votar y su huida en coche en un túnel para escapar a la persecución de los “NERVIS” de Madrid, que incluso usaron un helicóptero para cumplir su sucia obligación. ¡Caramba, otro fallo! , lo han perdido y ha votado en otro sitio. ¡Zasca!, todo esto le galvaniza. “Si hace falta me dejo en ello la piel, no soy político más que por esto”.
Catalan forever

A pesar de la dureza del poder central español, devenido vagamente democrático desde 1982, Puigdemont siempre ha sido independentista, como sus padres y sus abuelos. Interrogada por la prensa con ocasión de la elección de su hermano a la cabeza de la región, Anna Puigdemont recordaba que la familia era “independentista de pura cepa”. 

Cataluña, para Puigdemont, es una obsesión. No solamente es “de pura cepa”, sino que participó en los años 80 en la fundación de la Juventud Nacionalista de Cataluña, antes de convertirse en periodista en el diario catalán “El Punt”. En él trata de el sitio de Cataluña en el mundo. Después funda la agencia de prensa catalana y el web inglés Catalonia Today.

 Tiene un diploma en lengua catalana, funda una asociación cultural catalana, se convierte en alcalde de Gerona (Gérone). Lucha en 1991 para des-bautizar su ciudad y hacerla llamar Girona. Porque Girona es catalán.

Para sorpresa general, deviene presidente de Cataluña. Es el único independentista que tiene los sufragios de los 10 diputados de la CUP, un pequeño movimiento separatista, a la vez de extrema izquierda y antieuropeo. Tiene una ficha policial virgen, a diferencia de sus dos predecesores.

 Su elección debe mucho a las circunstancias y el rechazo de Artur Mas, al cual sucede, pero no importa, hélo aquí investido de una misión: “Soy el primer presidente elegido para conducir a mi país hacia la libertad”.

En previsión del referéndum del 1º de Octubre hizo una pequeña limpieza en el Ejecutivo Catalán. Para dejarlo claro, todos los ministros del gobierno regional partidarios de negociar con Madrid se han visto invitados a dirigirse a la puerta de salida.

 En fase con su pueblo ha predicho para el gran día “un tsunami democrático” y un récord de votantes, pero sólo el 43% de los inscritos se desplazaron para votar. “Es evidente que estamos cubiertos por el derecho internacional” repetía a sus tropas, sin jamás recordar que el escrutinio (y Madríd se había preocupado de ello) no ofreció ninguna garantía: ninguna comisión electoral ha supervisado la organización, el censo de electores no fue transparente y el voto no fue secreto. En resumen, un mandoble dado al agua.

Demasiado graciosos, estos Catalibanes

Nada ni nadie puede pararle, y mucho menos los hechos. ¿Qué las grandes empresas comienzan a desplazar sus sedes sociales? Su Ministro de Economía afirma, serio como un papa, que “la sangría económica no tendrá lugar”. 

¿Una Cataluña independiente se convertiría en un Estado europeo? Por supuesto, ¡no hay duda! “No existe ninguna posición oficial de la Comisión sobre la cuestión catalana”, explica Puigdemont a los que dudan, jugando con las palabras.

 Sobre la cuestión catalana, no, pero si sobre los nuevos Estados que quieran integrarse en la Unión, las reglas son claras: admisión por unanimidad de los Estados ya miembros, ha recordado Bruselas hace dos semanas. 

¿Qué hacer en caso de veto (seguro por otro lado) de Madrid? “Es una situación nueva para Europa, pero tendrá que adaptarse, incluso si le disgusta hacerlo”, responde el fanfarrón, que invoca a menudo, durante sus discusiones con los indecisos, la posibilidad de “acuerdos” con Bruselas cuya realidad nunca ha podido demostrar. Ahora invoca una “mediación internacional” que nadie tiene ganas de asumir.

En Cataluña, a Puigdemont y sus acólitos les apodan “los Catalibanes”. La verdad es que son ridículamente graciosos."                   (El Catalán, 20/10/17)

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