25/10/17

La ley del Referéndum, pero sobre todo la de Transitoriedad Jurídica de esa hipotética nueva república catalana, tienen connotaciones totalitarias clarísimas

"(...) Si es que no hay más que leer sus “leyes”, las que aprobaron los días 6 y 7 de septiembre: eso no son leyes, son panfletos, en el peor sentido de la palabra. Además, como panfletos están muy mal hechos. Y como leyes, son un desastre.

 Ya lo dije hoy en otra entrevista que me han hecho en una emisora: la ley del Referéndum pero sobre todo la de Transitoriedad Jurídica de esa hipotética nueva república tienen connotaciones totalitarias clarísimas. Sobre todo cuando se analiza desde la perspectiva de los que hemos luchado por un estado democrático de derecho durante la dictadura.

E.C.: ¿Por qué dice que tiene “connotaciones totalitarias clarísimas”?

J.V.: Porque esta última ley crea una “asamblea constituyente” que ningún juez, tribunal o cualquier otra institución puede impugnar en absoluto; por tanto, inmune y fuera de cualquier tipo de control: eso es totalitarismo. Artículo 88.2 de la ley de Transitorietat Jurídica.

E.C.: ¿Como jurista, qué opinión le merece esta “pirueta legal”?

J.V.: Hablamos siempre en términos hipotéticos, porque yo espero que nada de esto se lleve a cabo, pero me parece gravísimo. Esta transición de un régimen a otro a través de asambleas que se llaman “constituyentes” y que prácticamente están fuera de todo control externo… Eso es puro totalitarismo. Eso serían, para entendernos, las cortes franquistas. (...)

E.C.: Precisamente una de las teorías que corren es que uno de los objetivos inconfesables del “Procés” siempre fue exonerar a los responsables de la corrupción en Cataluña.

J.V.: Evidentemente. ¡Yo lo he tenido clarísimo desde el principio! Pretenden evitar la posibilidad de condenas y cumplimiento de penas por parte de los dirigentes de la antigua Convergència (hoy PDCat) que están condenados o pendientes de juicio, entre ellos los implicados en el caso Palau de la Música, que fue un escándalo fenomenal, y que ahora va a resucitar a través de la sentencia que se va a dictar en breve.

E.C.: ¿Qué opina de lo ocurrido en el Parlament de Cataluña, es decir, de una declaración de independencia que inmediatamente es suspendida para, en teoría, abrir un período de diálogo?

J.V.: Es un mero aplazamiento de la declaración unilateral de independencia (DUI) forzado por la multitudinaria manifestación del día 8 y la fuga masiva de empresas fuera de Cataluña, especialmente del sector financiero. Pero la declaración que la apretada mayoría soberanista ha firmado al margen del Parlament es una respuesta al fracaso que han tenido hasta ahora. 

En definitiva, “constituyen la república catalana” y dicen “abrir negociaciones con el estado español”, al que en párrafos anteriores descalifican al tildarlo de “represor del pueblo catalán y de su gobierno”. Difícil, si no imposible, negociación. Es una artimaña más del soberanismo.

E.C.: ¿Cómo jurista, qué valor jurídico o legal tiene esta declaración de independencia?

J.V.: Si se queda en una mera proclamación verbal, por muy presidente de la Generalitat que sea, no tiene valor jurídico alguno, y por tanto, es un brindis al sol, para entendernos. Ahora bien, si se sustanciara en un proyecto que se somete a votación, entonces la cosa ya sería distinta: tendría efectos jurídicos evidentes, ante los que habría que reaccionar. (...)"                                  (Entrevista a Jiménez Villarejo, El Mundo, 17/10/17)

No hay comentarios: