"(...) Nos desayunamos en los últimos días con noticias que nos hacen dudar
de la capacidad de nuestros políticos para entender realmente qué es lo
que pasa en Cataluña y qué es lo que pasa en España (y ésta incluye a
aquélla).
Hay una persistencia en la miopía política de la izquierda
En la propuesta del PSOE para llevarnos, para retrotraernos, a la situación previa a la sentencia del Estatut, hay
un empeño en doblegar la Constitución a los intereses del nacionalismo
como medio de apaciguamiento -imposible- del mismo: es la opción de la
cesión sin condiciones. Mantenella y no enmendalla es la máxima de los socialistas hoy, pareciera que siguen vigentes los “talantes” zapateriles.
Y qué decir del enroque continuo, del navegar en las aguas turbias, de Podemos, Comunes y sus confluencias en torno al manido, sobado y vacuo “derecho a decidir”.
Pero
pensar que solo la izquierda persiste en la miopía sobre la salida que
necesita España sobre el problema catalán que arrastramos desde hace ya
más de un siglo y que, según Ortega, debíamos conllevar, es un error….
pues ahí está, también, el PP mal-llevándolo, incapaz de afrontar
(enfrentarse a) la ambición innata del nacionalismo voraz. Y dice el PP
que todo es negociable menos el referéndum.
¿Qué quiere decir que
todo es negociable? ¿Acaso quiere decir que cederán el blindaje de la
lengua? Eso significa que la insoportable e injusta situación de la
lengua catalana como única lengua vehicular de la enseñanza será
inamovible; que le cederán esa herramienta nacionalizadora, asimiladora
para siempre jamás; el arma más evidente para construir una barrera en
las mentes de catalanes y españoles, dentro y fuera de Cataluña, entre
Cataluña y el resto de España.
¿Que les cederán todas las
competencias fiscales? No ya cuál pacto fiscal, concordato o cómo se
llame, sino que serán ellos los que decidan el nivel de solidaridad que
tendrán con el resto de los españoles (cuando digo ellos no digo a todos
los catalanes, no, ahí no se nos permitirá, a los currantitos, decidir,
no, serán como siempre las élites nacionalistas las que decidirán sobre
el dinero público, a quién, a dónde y a qué se destina).
Y,
finalmente, ¿el ansiado blindaje judicial también se lo cederán? Será
finalmente un tribunal catalán -y cuando digo catalán no digo
constituido democráticamente por catalanes varios, sino catalanista-
quien decida sobre los grandes delitos cometidos por esta partitocracia
catalana. ¿No será que tienen otros delitos de los que protegerse
ellos?¿No será que cuando Pujol amenazaba con tirar de las ramas, les
amenazaba a ellos, al PP concretamente?
Estos adalides de la
españolidad están dispuestos a vendernos por cuatro euros. No hay una
visión de España ni en la derecha ni a la izquierda; esto es un erial.
Pero, ciertamente, la derecha tiene representantes en esa lucha de
intereses entre oligarquías, y ahí las clases populares están
desamparadas, aunque nos vendan la moto de la españolidad o del
nacionalismo español.
Pero lo más grave –no, gravísimo– es que la
izquierda nos tiene, no ya desamparados, no: nos ha traicionado
directamente y está al servicio de las oligarquías nacionalistas.
Nada
que hacer, no tenemos estadistas, ni tenemos pensamiento, ni
perspectiva, ni siquiera una visión razonada de un proyecto sólido,
racional, igualitario y vital para España.
¡Manda cojones!" (Vicente Serrano. Presidente de Alternativa Ciudadana Progresista, Crónica Popular)
No hay comentarios:
Publicar un comentario