"Llega Artur Mas al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña con
media hora de retraso y con burla al Tribunal, rodeado de los de siempre
(...) y con aires chulescos y de héroe de
cartón hasta que se sentó en el banquillo y entonces comenzó a mentir
sin rubor, a echar las culpas a los voluntarios y a recular sin
gallardía y con cobardía.
Lleva años diciendo que no reconoce ni
acatará la legalidad española (él, su gobierno y su partido) y ahora,
ante el juez (que lo puede inhabilitar), afirma que no tuvo intención de
violar la legalidad, que el Tribunal Constitucional no le advirtió de
las consecuencias de la consulta del 9-N, que todo eso fue una especie
de fiesta ‘participativa’ de los ‘los voluntarios’, que él solo asumió
la iniciativa política y que sus consejeras, imputadas y en el
banquillo, solo han obedecido sus órdenes, lo que tampoco las exime de
su responsabilidad.
Mas ha violentado la legalidad a sabiendas,
desobedeció al TC, conocía las posibles consecuencias de sus actos -el
desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento y consecuencias-,
fue quien organizó y lideró la consulta ilegal del 9-N (que además
perdió y donde no hubo garantías y si trampas) y lo hizo desde la
Generalitat y utilizando la institución y fondos públicos.
Pero
Mas es incapaz de decir ante el juez aquello de Tarradellas de ‘ja soc
aquí’, de contar la verdad y reconocer los hechos y su dolo e
intencionalidad para dar un paso al frente.
Mas no quiere ser
inhabilitado por el Tribunal lo que además es una contradicción
flagrante porque ¿qué le importa a él la sentencia que dicte en su
contra la Justicia española que dice no reconocer? ¿Acaso Mas y todos
los compañeros independentistas no han anunciado otro referéndum tras el
que van a declarar la independencia de Cataluña y que todo eso está al
llegar?
Pues si eso es así cuando sean independientes (que según
dicen ellos será pronto) Mas ya no estará inhabilitado y podrá
presentarse a las elecciones e incluso gobernar. Pero él sabe que no
habrá referéndum ni independencia y por ello está acobardado como se
acobardó cuando la CUP pidió su cabeza a él y a Convergencia y la
entregaron sin rechistar. (...)" (Pablo sebastián, República.com, 07/02/17)
"(...) Mas, que tuvo que dimitir de Presidente de la Generalitat por exigencias de la Cup (Candidatura de Unidad Popular), en pleno escándalo de las cuentas en Suiza de su protector, Jordi Pujol i Solei y de sus hijos, y en el terremoto del 3%, ha aprovechado el inicio del Juicio por el intento de Referéndum del 9 de Noviembre de 2014, propiciado, montado, publicitado y financiado por él y su Gobierno, especialmente por los consejeros Homs, Ortega y Rigau, para reivindicar a su Gobierno y reivindicarse a sí mismo.
Hasta el punto de que pretende utilizar el Juicio para acelerar el proceso independentista y volver a presentarse de candidato a unas nuevas elecciones autonómicas, Mas, el Renacido.
El actual presidente, Carles Puigdemont, ha anunciado que no se presenta a unas próximas elecciones, algo que pretende aprovechar Mas para repetir candidatura, sobre todo, para impedir que el que barra, sea el dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Oriol Junqueras, actual vicepresidente de la Generalitat, gracias al acuerdo de la Coalición Junts Pel Si.
Mas quiere jugar con los plazos para el caso de que el Tribunal que ha empezado hoy la vista, dicte una sanción condenatoria de inhabilitación.
Tendría entonces dos años para esperar el recurso ante el Tribunal Supremo. Y, después, otro tanto, para el recurso ante el Tribunal Europeo de Estrasburgo. Es decir que le da tiempo, según su planteamiento, para volver, para Renacer, a menos que se entienda que los recursos no invalidan la entrada en vigor de la sentencia y que solo una decisión del propio Tribunal de una suspensión cautelar impediría la inhabilitación.
Esa ansiada resurrección política la ha intentado articular el Renacido hoy, con el baño de masas con el que se ha investido, en un intento también de presionar al Tribunal, con el mensaje indirecto de que no se está juzgando a tres o cuatro políticos, sino a todo un país, que se ha echado a la calle, como en otras ocasiones, para defender la independencia, y la necesidad de un Referéndum que el Gobierno no puede aceptar porque va contra la propia Constitución, a la que ha jurado defender.
Apoyándose en esa misma Constitución, Mas ha querido sostener que estamos ante un “proceso político” en el que no hay separación de poderes, y toda su estrategia (y la de sus consejeras) ha sido insistir en que el Constitucional no les advirtió por escrito de las consecuencias que podrían derivarse del no cumplimiento de sus sentencias y, en el criterio de la Junta de Fiscales de Cataluña, que no vio delito en los actos del 9 N, aunque si, la Fiscalía General del Estado.
En un momento determinado el señor Mas ha reconocido, a instancias del Presidente del Tribunal, ha reconocido que el responsable de todo el proceso del 9N es él. (...)" (José Oneto, República.com, 06/02/17)
"(...) Mas, que tuvo que dimitir de Presidente de la Generalitat por exigencias de la Cup (Candidatura de Unidad Popular), en pleno escándalo de las cuentas en Suiza de su protector, Jordi Pujol i Solei y de sus hijos, y en el terremoto del 3%, ha aprovechado el inicio del Juicio por el intento de Referéndum del 9 de Noviembre de 2014, propiciado, montado, publicitado y financiado por él y su Gobierno, especialmente por los consejeros Homs, Ortega y Rigau, para reivindicar a su Gobierno y reivindicarse a sí mismo.
Hasta el punto de que pretende utilizar el Juicio para acelerar el proceso independentista y volver a presentarse de candidato a unas nuevas elecciones autonómicas, Mas, el Renacido.
El actual presidente, Carles Puigdemont, ha anunciado que no se presenta a unas próximas elecciones, algo que pretende aprovechar Mas para repetir candidatura, sobre todo, para impedir que el que barra, sea el dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Oriol Junqueras, actual vicepresidente de la Generalitat, gracias al acuerdo de la Coalición Junts Pel Si.
Mas quiere jugar con los plazos para el caso de que el Tribunal que ha empezado hoy la vista, dicte una sanción condenatoria de inhabilitación.
Tendría entonces dos años para esperar el recurso ante el Tribunal Supremo. Y, después, otro tanto, para el recurso ante el Tribunal Europeo de Estrasburgo. Es decir que le da tiempo, según su planteamiento, para volver, para Renacer, a menos que se entienda que los recursos no invalidan la entrada en vigor de la sentencia y que solo una decisión del propio Tribunal de una suspensión cautelar impediría la inhabilitación.
Esa ansiada resurrección política la ha intentado articular el Renacido hoy, con el baño de masas con el que se ha investido, en un intento también de presionar al Tribunal, con el mensaje indirecto de que no se está juzgando a tres o cuatro políticos, sino a todo un país, que se ha echado a la calle, como en otras ocasiones, para defender la independencia, y la necesidad de un Referéndum que el Gobierno no puede aceptar porque va contra la propia Constitución, a la que ha jurado defender.
Apoyándose en esa misma Constitución, Mas ha querido sostener que estamos ante un “proceso político” en el que no hay separación de poderes, y toda su estrategia (y la de sus consejeras) ha sido insistir en que el Constitucional no les advirtió por escrito de las consecuencias que podrían derivarse del no cumplimiento de sus sentencias y, en el criterio de la Junta de Fiscales de Cataluña, que no vio delito en los actos del 9 N, aunque si, la Fiscalía General del Estado.
En un momento determinado el señor Mas ha reconocido, a instancias del Presidente del Tribunal, ha reconocido que el responsable de todo el proceso del 9N es él. (...)" (José Oneto, República.com, 06/02/17)
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