1/12/16

Hay signos evidentes de un deterioro general de la causa independentista. Fundamentalmente, su desvinculación de las clases medias.

"El actual deterioro conceptual y social del independentismo tiene que ver con factores múltiples y uno de los fundamentales es la desvinculación de las clases medias. 

Otro factor, mayor o menor, es la insustancialidad intelectual de sus formuladores más visibles, algunos de los cuales están dando marcha atrás aunque, evidentemente, obvian su responsabilidad y atribuyen la crisis secesionista a errores políticos que en el pasado merecieron su adhesión total.

 Estas cosas ocurren en las mejores familias. Al saltar de un tren a otro, el propagandismo acostumbra a prescindir del pudor. Sin una concepción rigurosa, a golpe de improvisaciones desde los tiempos de Artur Mas, la argumentación independentista fue pasando a manos de los freakies o de los arribistas que daban codazos para estar en la primera fila de lo que veían a punto de convertirse en realidad. 

Ocurrió con la conmemoración oficialista de 1714 y fue degenerando hasta las tesis de que Cervantes era catalán, que los catalanes habían descubierto América o que la inmensa mayoría de los catalanes deseaban vivir en un Cataluña independiente.  (...)

Si la independencia está a dos pasos y con el apoyo de una inmensa mayoría de catalanes, ¿cómo se explica que Puigdemont quiera crear un Estado independiente y simultáneamente representar al que ya considera obsoleto y antidemocrático?

 Y mientras tanto, ERC —por un proceso tal vez explicable pero de mecanismos confusos— sigue atrayendo más votos por la ambivalencia de un Oriol Junqueras que va buscar pactos económicos a Madrid y aquí mantiene el silencio de una tumba, a la espera de atraer a la vez a los votos del pujolismo y de la CUP. "              (Valentí Puig, El País, 18/11/16)

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