"En Francia se dieron cuenta de que no se puede aguantar el exceso de
estructuras administrativas, y decidieron agruparlas. Así que se decretó
que el departamento de Languedoc-Roussillon debía unirse a
Midi-Pyrénées, y se convocó a los habitantes para que eligieran el
nombre de la nueva región.
La Generalitat, ANC y sus satélites a sueldo propusieron que se llamara “Occitània-Catalunya”;
ya saben, el nacionalismo expansionista cree que el Rosellón es parte
de los Països Catalans, igual que Valencia, Baleares y terrenitos varios
donde dicen que algún día se habló catalán.(...)
Pero no coló, y lo cambiaron por “Occitània – País Català”, que suena más provinciano.
Había 5 opciones de nuevo nombre: Languedoc; Languedoc-Pyrénées; Occitanie; Occitanie-Pays Catalan y Pyrénées-Méditerranée.
Los nacionalistas adelantaron una encuesta triunfal donde el 55% votaría por Pays Catalan.
(...) tururut: el 45% quiere que la nueva región se llame Occitania a secas y punto, nada de“País Català”, que quedó en 4ª posición
con un misérrimo 12%, solo delante de Languedoc (10%). Incluso se
prefirió Languedoc-Pyrénées (17,9%) y Pyrénées-Méditerranée (15,3%) al
“País Català” del nacionalismo.
Aunque ya sabe que esto del volemvotar
sólo sirve si gano, i els nacionalistes van convocar el passat dia 10
una mani a Perpinyà per pressionar i obtenir lo que les urnes han negat.
Se esperaban 15.000 personas, y tirando alto sólo fueron 7.000 con banderas cubanas y cantando L’estaca
del diputado duermetortugas Lluís Llach. Si se tiene en cuenta que sólo
en Perpignan viven 117.000 personas, y que muchos manifestantes eran
nacionalistas llegados de Cataluña, el fracaso fue morrocotudo. (...)" (Dolça Catalunya, 30/09/16)
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