"(...) Afortunadamente, si hemos de hacer caso a los CUPólogos,
también dentro de ese movimiento revolucionario y antipatriarcal hay
“buenos” y “malos”.
Los “buenos” son los que no querían llevarse por
delante a Artur Mas y estaban dispuestos a aprobar los presupuestos de
Puigdemont, y los “malos”, los que finalmente se cobraron la cabeza del
Astut y le dijeron a Cocomocho que se metiese los presupuestos por donde
le CUPieran.
Y esos cupaires nos han llevado a donde estamos.
Ya lo dijo Pilar Rahola en una nueva muestra de su infinita sapiencia:
por culpa de unos iluminados se desvanece el sueño de un pueblo (da
igual que el sueño solo lo comparta menos de la mitad de ese pueblo y
que, como dijo Calderón, los sueños, sueños son).
En una nueva subdivisión, se ha localizado a los responsables de que el Prusés
no avance, los que inclinaron la balanza contra Mas y los presupuestos:
son tres individuos que componen una célula radical adscrita a la CUP y
que gozan de la protección de Anna Gabriel.
Sí, amigos, Cataluña no es
independiente por culpa de tres pringados. Yo no sé a qué espera
Cocomocho para eliminarlos con drones o con un comando de Black Ops del
Cesicat previamente entrenado por el Mosad. Cuando alguien se cisca en
el sueño de un pueblo, el asesinato selectivo es prácticamente una
obligación moral." (Ramón de España, Crónica global, 11/06/16)
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