"Los dados están echados y han empezado a rodar. El Parlament de
Catalunya ha aprobado la propuesta de resolución que supone el comienzo
de una ruptura con España que tendría que estar lista en un año y medio. (...)
No encuentro precedentes en que una decisión de esta envergadura se haga con una presidencia y un gobierno en sedevacante. (...)
Fue una votación precipitada que ha despertado a Mariano Rajoy y a Pedro Sánchez,
que van a ponerse de acuerdo para que los mecanismos de que dispongan
puedan anular y dejar sin efecto la declaración del inicio dela
república catalana. (...)
La revolución de las sonrisas es eso, una revolución de salón, en la que
alguien puede pretender cambiar la legalidad porque las leyes vigentes
no le gustan o le pueden perjudicar. Con todos los respetos, la votación
de ruptura del lunes es como jugar un partido de fútbol pensando que el
otro equipo se dejará golear.
Pretender que el Estado será neutral con
la creación de una república catalana declarada unilateralmente me
parece que es desconocer la historia del Estado al que pertenecemos y
también ignorar lo que Europa y la comunidad internacional van a decir
en los primeros meses o años de una hipotética república catalana
desgajada de España sin una mayoría absoluta de votos que la avalen.
Hemos llegado hasta aquí porque Artur Mas ha hecho una
lectura política confusa, equivocada pienso, de las grandes
manifestaciones de las últimas cuatro Diades. Y también porque Mariano
Rajoy decidió, equivocadamente también creo, que el problema de una
futura secesión de Catalunya acabaría como el plan Ibarretxe. (...)" (Lluis Fox, Publicado en La Vanguardia el 11 de noviembre de 2015)
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