"La lista de Romeva siempre habla de contar escaños y no votos. ¡Qué lastima! Si esto del 27-S
se quiere alternativo a una consulta, bien estaría contar los votos. En
la provincia de Barcelona cada diputado cuesta 57.719 votos. En Lleida
cuesta 24.737 votos y en Girona y Tarragona, algo más de 35.000.
La
provincia de Barcelona tiene más de 5,5 millones de habitantes. Claro, si se contasen sus votos, a saber lo que pasaría. No son gente de fiar y además son poco independentistas. Los de Romeva no lo ven claro y prefieren contar escaños. A 5,5 millones de personas les corresponden 85 diputados y a los dos millones restantes, 50.
Por cierto, que no todo es cinturón rojo.
A los de Vic también les
cuesta el doble que a los de Olot. Si para unas elecciones autonómicas
ya es delicado, para unas plebiscitarias es levemente burlesco. Una cosa
es la proporcionalidad y otra primar la representación territorial. Imaginemos el caso en el que las fuerzas unionistas obtuviesen la mayoría solo de escaños.
En 1999 Pujol ganó a Maragall en escaños, pero no en
votos. Cosa distinta son las coaliciones. El anuncio de contabilizar
solo escaños en las próximas autonómicas es cicatero, máxime cuando es
posible que ganen también por votos. Otra cosa es lo que se pueda hacer o
no con la victoria. (...)" (Xavier Sardá, El Periódico, 06/09/2015)
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