"Es el núcleo central del debate. Muchos catalanes que dudan, que se
debaten sobre los supuestos agravios del Estado español, como denuncian
una y otra vez los dirigentes del movimiento independentista, tienen en
cuenta un hecho: si Cataluña adopta una decisión unilateral, sin contar
con el Gobierno español, quedará fuera de la Unión Europea. Y ello es
más que suficiente para pensarse las cosas dos veces.
Pero Artur Mas no concibe esa posibilidad. De hecho, la orilla y la
desprecia. En las últimas 48 horas, en diferentes medios de
comunicación, ha insistido en que es esa posible expulsión de la UE no
se producirá. "No hay un solo artículo que prevea en condiciones
normales que Cataluña pueda ser expulsada de la UE, porque cómo puede
expulsara siete millones y medio de ciudadanos europeos, que son los
catalanes?", se preguntó en la entrevista en Cuatro.
Sin embargo, ese es el argumento que utilizan las patronales, el
mundo económico, y dirigentes como Josep Borrell, es presidente del
Parlamento europeo. También el economista Francesc Granell ha incidido
sobre ello. (...)
La realidad jurídica, no obstante, es tozuda. Jean-Claude Piris, ex
director general del Servicio Jurídico de la UE, entre 1998 y 2010, lo
ha explicado con claridad. Asegura que los que mantienen que la Unión
Europea incorporaría a una supuesta Cataluña independiente demuestran un
desconocimiento "tanto del derecho aplicable como de las realidades
políticas de los Estados miembros".
Es decir, no se trata de la cosa jurídica, que también, sino del entramado político europeo, que Mas entiende que no sería un problema.
Es decir, no se trata de la cosa jurídica, que también, sino del entramado político europeo, que Mas entiende que no sería un problema.
El Tratado de la Unión
En el caso jurídico, Piris, un hombre que se prodiga en exceso, y que dejó constancia de esa realidad en un artículo reciente en El País, con el título explícito de Cataluña y la UE, si Cataluña desea solicitar el ingreso en la Unión Europea, a través del artículo 49 del Tratado de la Unión Europea (TUE) debería cumplir tres requisitos:
Ser un estado europeo, respetar los valores que se mencionan en el artículo 2 del tratado, y tener en cuenta los "criterios de elegibilidad acordados por el Consejo Europeo", conocidos como "de Copenhague", porque fueron adoptados en esa ciudad por el propio Consejo Europeo en 1993.
En el caso jurídico, Piris, un hombre que se prodiga en exceso, y que dejó constancia de esa realidad en un artículo reciente en El País, con el título explícito de Cataluña y la UE, si Cataluña desea solicitar el ingreso en la Unión Europea, a través del artículo 49 del Tratado de la Unión Europea (TUE) debería cumplir tres requisitos:
Ser un estado europeo, respetar los valores que se mencionan en el artículo 2 del tratado, y tener en cuenta los "criterios de elegibilidad acordados por el Consejo Europeo", conocidos como "de Copenhague", porque fueron adoptados en esa ciudad por el propio Consejo Europeo en 1993.
Y para ser un estado, Cataluña debería contar con una exigencia
durísima: la deberían reconocer la totalidad de los 28 Estados miembros
de la UE, "por unanimidad", según el artículo 49 del tratado. Pero es
que, según recuerda Piris, los estados, en caso de tener que
pronunciarse, "sólo podrán constatar que no pueden dar su reconocimiento
y que tienen que considerar la solicitud inadmisible".
Porque en el apartado 2 del artículo 4 del tratado, se fija que cada estado miembro "es el único" con competencia para poder decidir "sobre las estructuras fundamentales políticas y constitucionales de estos, también en lo referente a la autonomía local y regional".
Si eso fuera poco, se añade que la UE "respetará las funciones esenciales del Estado, en particular las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial". Ese discurso, sin embargo, se califica por el bloque independentista como "el discurso del miedo", y algunas entidades y patronales así lo manifestaron en un acto de apoyo a Mas el pasado jueves. (...)
Porque en el apartado 2 del artículo 4 del tratado, se fija que cada estado miembro "es el único" con competencia para poder decidir "sobre las estructuras fundamentales políticas y constitucionales de estos, también en lo referente a la autonomía local y regional".
Si eso fuera poco, se añade que la UE "respetará las funciones esenciales del Estado, en particular las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial". Ese discurso, sin embargo, se califica por el bloque independentista como "el discurso del miedo", y algunas entidades y patronales así lo manifestaron en un acto de apoyo a Mas el pasado jueves. (...)
Al margen de que en la comunidad internacional no se reconoce el
llamado derecho a decidir, que se defiende por parte de Artur Mas, llega
también el condicionamiento político.
Negociación política
Piris lo rechaza de pleno, y califica de "ilusorio" que otros países
pudieran comprender el caso catalán y forzar al gobierno español, cuando
esa es, precisamente, la gran esperanza de propio Mas y del bloque
independentista. "Desde el punto de vista de los dirigentes de muchos
estados miembros, como Reino Unido, Francia, Italia, Bélgica, etc, nadie
va a defender esa posición", porque se entiende que podría provocar un
"efecto contagio" con otras situaciones internas en países miembros.
Esta cuestión, no obstante, no importa para la candidatura Junts pel
Si, en la que Artur Mas figura como número cuatro. Ni se contempla. Pero
la realidad es tozuda, y es lo que podría llevar a muchos catalanes a
no secundar la opción independentista, cuando voten el 27S." (Manel Manchón , Economía Digital, Barcelona
06/09/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario