"El mensaje de Pablo Iglesias en Barcelona aporta ciudadanos a las urnas y
acaba con el sueño de una noche de verano del independentismo de crecer
en el área metropolitana aprovechando su discurso de "un país nou",
de empezar de cero. Podemos les ofrece lo mismo, pero sin los riesgos
de la ruptura, sin tener que renegar de sus abuelos, padres o hermanos.
La presencia en Barcelona
del líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha servido para clarificar su
mensaje sobre Cataluña. Y ha sido un mensaje inequívoco: "No quiero que
Cataluña se vaya".
No me extraña que los independentistas estén que trinen. Pablo
Iglesias tiene un efecto muy pernicioso para sus objetivos. Moviliza un
amplio electorado no independentista pero harto del sistema, o que nunca
ha participado en él. Votantes socialistas, de ICV y, en menor medida,
de otros partidos, pero tambíen muchos abstencionistas, sobre todo entre
los jóvenes.
Además de personas que se definen de izquierdas, Podemos
conecta con colectivos antisistema que no se han identificado
necesariamente con la izquierda. Desde partidarios de medicinas
alternativas o de los clubs cannábicos, hasta animalistas. Amplios
colectivos que viven de espaldas al sistema. Siempre han existido pero
la crisis ha hecho que proliferen.
Podemos no quita votos al independentismo, pero tiene una
consecuencia igualmente nefasta para sus intereses. El independentismo
está estancado o a la baja. Podemos aporta ciudadanos a las urnas y
acaba con el sueño de una noche de verano del independentismo de crecer
en el área metropolitana de Barcelona aprovechando su discurso de "un país nou", de empezar de cero.
Podemos les ofrece lo mismo, pero sin los riesgos de la ruptura, sin
tener que renegar de sus abuelos, padres o hermanos. Sin tener que
"perdonar" a Pujol o a otros patriotas con cuentas en paraísos fiscales,
sin tener que coincidir en su opción con el director del hospital donde
trabaja nombrado por CiU, o el alcalde o concejal nacionalista de su
pueblo, tan alejado de sus intereses y de su forma de ser.
Nada de
mezclarse con la 'casta' aunque se disfrace de 'rebelde antiespañola'.
Son el poder y hay que derrotarlo. El "jamás abrazaré a Mas" resume a la
perfección lo que trato de explicar. (...)
No hay en Iglesias ningún complejo frente al independentismo, como ha
sido habitual y sigue siéndolo en el PSC o ICV. No son independentistas
de corazón a los que la razón les hace ser federalistas. No quieren
redimir Cataluña. Están por una tarea superior para ellos: "Redimir a
toda España". (...)" (Francesc Moreno, Domingo, 21 de diciembre de 2014)
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