"Los empresarios y directivos austríacos han asegurado que se marcharán de Cataluña si
hay secesión. Aunque, eso sí, no creen posible la independencia por las
incertidumbres que ello provoca y por la negativa de la UE a la separación y posterior aceptación de una Cataluña independendiente.
Así lo afirman los representantes de varias empresas de Austria en el diario 'Wirtscharft Blatt'.
En un artículo publicado hace unos días y bajo el título de "La
independencia provocaría un colapso económico en Cataluña", los
empresarios analizan las consecuencias de un posible secesión generada
por el 9N que organizó Artur Mas.
"En caso de una declaración de independencia unilateral y la
automática salida de la UE, la mayoría de empresas austríacas en
Cataluña tendrían que trasladar su sede a otro lugar en España, para
quedarse en la zona euro", advertía el delegado comercial de Austria en
Barcelona, Robert Punkenhofer, en el mencionado artículo, donde además descartaba de plano la independencia catalana.
Algo que también apoya el gerente para España de Weirather-Wenzel&Partner, una agencia de marketing deportivo con sedes en Barcelona y Madrid: "No habrá separación de Cataluña a corto o medio plazo, esto está absolutamente excluido",
dice.
En su opinión, la incertidumbre sobre la permanencia en el euro,
las reacciones potencialmente negativas de los mercados financieros
internacionales y la salida automática de la UE llevaría a los
separatistas catalanes a abstenerse de provocar la independencia en
contra de la voluntad de Madrid.
De la misma opinión es Alexander Ruckensteiner,
gerente y fundador de la empresa de alquiler de trasteros y almacenes
Bluespace, que añade que una separación catalana en el plano económico
sería negativo no solo para Cataluña sino también para España y la UE.
"Las empresas internacionales quieren invertir en un mercado que abarca
toda España, con sus 45 millones de habitantes, y no en una Cataluña que
no llega ni a ocho millones", comenta.
'Wirtschafts Blatt' destaca que, de las 180 empresas austríacas en la
península ibérica, la mitad se encuentra en Cataluña. Además, una
cuarta parte de los casi 2.000 millones de euros en exportaciones
austríacas a España va a la comunidad catalana. Una relación similar
muestran las importaciones de bienes austríacos a España.
El diario concluye alertando de que la evolución futura de estas
relaciones comerciales también dependerá del éxito de la presión de las
empresas sobre la Generalitat para esta se distancie de sus planes
independentistas." (La Voz Libre, 11/12/2014)
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