12/11/14

Todo parecía ir viento en popa... pero, tras el recuento, a los independentistas se les heló la sonrisa.

"El pasado domingo fue una jornada de júbilo para los independentistas catalanes. Las largas colas matutinas en muchos improvisados colegios electorales —por llamarlos de alguna manera— daban la sensación de una gran afluencia de votantes, previsiblemente partidarios del sí-sí a la confusa doble pregunta formulada, es decir, presuntos votantes a favor de una Cataluña independiente.

 Además, por las radios y televisiones catalanas, oficiales y privadas, iban desfilando eufóricos partidarios de este sí-sí y habían hecho pública esta opción personajes populares, con Guardiola y Xavi a la cabeza. Todo parecía ir viento en popa. (...)

Tras el recuento, a los independentistas se les heló la sonrisa. Se supone que todos ellos fueron a votar, ninguno podía faltar en una jornada histórica, una más. También hay que suponer que se les añadieron unos cuantos más, todos aquellos que quieren separarse de España para aprovecharse de la crisis que se originaría y recomponer así sobre nuevas bases toda la estructura constitucional, económica y social.

 Sin embargo, si damos por buenos los resultados, el balance indica que el número de partidarios de la independencia es un escaso 30% del censo, no llega ni a una tercera parte de la población con derecho a voto. Un fiasco.

Además, si repasamos los resultados del 9-N comprobamos que las diferencias entre las diversas zonas del territorio catalán son muy grandes: una amplia zona costera con un bajo porcentaje independentista, unas áreas industriales donde este porcentaje es irrisorio y una Cataluña interior en la que el independentismo avanza más pero que solo alcanza la mayoría, por muy poco, en ocho comarcas de las 41 existentes.
La Cataluña oficial y la Cataluña real, (...)

Los catalanes no son un problema; los nacionalistas que se han apropiado desde hace años de la Generalitat sí lo son. Esto es quizás lo que no se entiende bien desde el resto de España."            (   ,  El País,.   11 NOV 2014)


"(...) Conclusión: si mañana hubiera elecciones, sólo entre el 21 y el 29% del censo votaría secesión. Suponiendo el censo de las europeas (5,38 millones) y la participación de las autonómicas de 2012 (68%), los separatistas obtendrían entre el 38% y el 43% de los votos. Veríamos lo que hace la ley d’Hondt, pero el escenario podría ser el siguiente:

1) Si Mas, Junqueras y Fernández montan una lista conjunta con el único programa de “laindependència” (las famosas elecciones plebiscitarias) –> A ninguno le salen los números.

2) Si Mas se niega a hacerlo, Junqueras le puede forzar a elecciones anticipadas –> A Mas no le salen los números.

3) Si Junqueras gana y hace una DUI –> A Junqueras no le salen los números.

4) Si no hay elecciones y se agota la legislatura –> Vaya al punto 2 (...)"      (Dolça Catalunya, 11/11/2014)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

por fin!
por fin se va viendo la realidad de los indepes en cataluña.. que pasamos de ellos, aun siendo bombardeados dia y noche por el discurso oficial en todos los medios públicos y subvencionados...

Anónimo dijo...

Algunos ya han empezado a retirar los trapos sucios (ellos los denominan banderas esteladas) de dus balcones.