"(...) Un federalista no habría de dudar a la hora de saberse catalán y
español, y en el mismo momento en que esa dualidad estuviera amenazada,
salir a la calle con una bandera en cada mano. Ese ha sido uno de los
mensajes que el canadiense Stéphane Dion, un federalista cabal, ha
dejado en su reciente paso por España.
Sin la doble y desacomplejada
reivindicación, la de ser español y la de ser catalán, no se puede salir
del marco mental nacionalista. Cuando un partido no falta a su cita el
11 de septiembre para poner flores a la estatua de Rafael Casanova,
héroe improbable y mártir imposible de 1714, en una ceremonia de añejo
nacionalismo romántico, pero siente temor de salir a la calle el 6 de
diciembre para festejar una Constitución moderna, democrática e
inclusiva como la de 1978, es hora de hacer examen de conciencia…
federal.
He dicho antes que el federalismo es posiblemente la
forma natural de comunidad política en España. Con ello quiero decir que
tanto el centralismo como la ruptura son aberrantes. Pero, ante todo,
federar es unir, y no hay unión sin tramas en común, y lo común está
cifrado en los símbolos.
Tras siglos de convivencia, hay en España
densas tramas de elementos comunes que necesitan ser puestas en valor si
cualquier proyecto federalista ha de prosperar. Déjense los
federalistas fotografiar con la bandera constitucional española,
participen en los actos que festejan la Constitución más exitosa de
nuestra historia, defiendan la presencia equilibrada de la lengua
española en las escuelas, sacúdanse los complejos y su federalismo
resultará creíble y viable. Verán, además, lo rápido que surgen aliados y
recuperan el terreno perdido.
En España somos muchos los que sentimos una firme y afectuosa lealtad a
los rasgos propios de Cataluña. Pero necesitamos saber que al otro lado
hay federalistas que no se avergüenzan de ser españoles.
El PSC ha sido
valiente posicionándose contra un discurso hegemónico asfixiante. Ahora
toca combatir esa hegemonía abogando resueltamente por lo común. Sé que
no es fácil: 40 años después, los españoles, incluso los nacidos en
democracia, tenemos dificultades para sostener una idea sustantiva de
España sin ver el espantajo franquista. (...)" (
Juan Claudio de Ramon
, El País, 4 ABR 2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario