"ERC y la CUP, sobre todo, pero también la ANC y CDC, cambian de opinión
en solo unas horas. Pasan de considerar irrenunciable una sola pregunta,
con respuesta binaria y clara a dar por válida la propuesta de Mas: dos
preguntas y con respuestas sin solución.
El referéndum propuesto por el
presidente de la Generalidad podría dar como resultado una victoria del
'sí' en las dos preguntas con menos votos que el 'no' a la
independencia.
Dos preguntas.
Lejos de la claridad escocesa o quebequesa invocada durante los últimos
meses por CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP, Artur Mas presentó dos preguntas
que, en realidad, difieren poco. Era la única manera de contentar a
Josep Antoni Duran i Lleida y Joan Herrera.
El referéndum de independencia no se celebrará, asegura el Gobierno,
pero CiU habrá cumplido. Mas lo habrá propuesto -todavía tiene que
aprobarse en el Parlamento autonómico, con menos votos de los necesarios
para reformar el Estatuto,
por cierto- y hasta aquí se comprometió.
El Gobierno llevará el texto
parlamentario al Tribunal Constitucional (TC) y fin de la historia. Esta
es la hoja de ruta por la que apuesta uno de los periodistas (y a favor
de la secesión) con más experiencia en el Parlamento autonómico. (...)
Uno, el gol de Mas a ERC y la CUP es de tal magnitud que solo hay que
revisar la hemeroteca para comprobar que las caras que ponían Oriol
Junqueras (ERC), Quim Arrufat (CUP) y David Fernàndez (CUP), mientras
Mas explicaba las dos preguntas, estaban justificadas.
No hace falta retroceder muchas semanas. El pasado 2 de noviembre, Junqueras escribió de su puño y letra, en su blog personal, lo siguiente:
"[...] Es la práctica habitual en los
otros casos de referéndums que se han celebrado en el último siglo lo
que justifica hacer una pregunta clara e inequívoca, que se responda con
un sí o un no. Sin ir más lejos, como la pregunta que se hará en el
referéndum de Escocia, pactado con el Reino Unido: 'Should Scotland be an independent country?'"
Y, tras defender que debía aparecer la palabra "independencia" en una sola pregunta, añadió esto:
"Los que estarán solos, entonces, son
algunos viejos y nuevos establishments, que quieren imponer preguntas
árbol, nada claras y poco explícitas. Los que cada vez tendrán menos
apoyo son los representantes de los intereses creados, los sectores
regulados que bajo el calor del Estado español esquivan la crisis, y que
quieren imponer preguntas enrevesadas de las que sería imposible
interpretar el resultado. Con la convicción de estar al lado de la
gente, queremos ser y seremos el socio más fiable del pueblo de
Cataluña".
Este es Junqueras hace solo 40 días.(...)
En las CUP también tendrán sus problemas. Al menos para explicar que
su posición en este tema cambie tanto en tan poco tiempo. Habla
(escribe, en realidad) Quim Arrufat, uno de los tres diputados
autonómicos, el pasado 2 de octubre:
"A estas alturas del proceso, nadie con
dos dedos de frente se plantea que la pregunta de la consulta o
referéndum contemple otra pregunta que no hable de independencia o de
Estado independiente, y que además delimite la respuesta a una solución
binaria. O sí, o no. Cualquier otra pregunta o propuesta de combinación
de respuestas solo puede ser obra de quien no quiere que se vote sobre
la independencia de Cataluña, porque en realidad prefiere la imposición
que la resolución democrática del conflicto político que enfrenta la
voluntad popular de los y las catalanas con el Estado español". (...)
Dos. No solo estos partidos se verán obligados a desdecirse.
También lo que se conoce como sociedad civil y que este jueves demostró
que, en realidad, no tienen ninguna independencia de CiU. Es el caso,
por ejemplo, de la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
A finales de noviembre, el día 23, en un acto solemne
fijo fecha y pregunta. Antes del 31 de mayo de 2014 y con una pregunta
concreta: "¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente?". Lo más
destacado, además, es que estos dos aspectos, incluidos en un documento
más amplio, eran "irrenunciables" para la entidad.
Nada más lejos de la realidad. A las pocas horas del anuncio de Mas,
Carme Forcadell, acompañada de la presidenta de Òmnium Cultural, Muriel
Casals, y del presidente de la AMI, Josep Maria Vila d'Abadal, valoró "positivamente" la propuesta del presidente de la Generalidad: dos preguntas y sin claridad. (...)
Y tres, el presidente autonómico -en un callejón sin salida en el que
se metió él solo al comprometerse a algo que no estaba en su mano, y lo
ratificó con su compromiso por escrito en el pacto legislativo con ERC-
ha creado un auténtico dromedario, cuando la intención era la de crear
un caballo para correr, lejos del resto de España, se entiende.
Así, la propuesta de referéndum (¿o referéndums?) puede llegar a dar
paradojas como mínimo poco democráticas. Veamos. ¿Qué estarían votando
los que dicen 'sí', en la primera pregunta, y 'no', en la segunda? ¿Un
Estado federal? ¿Uno confederal? ¿Se puede defender ser independiente
sin un Estado propio?
Pero hay más. Mucho más. Sobre todo, desastres técnicos. Veamos.
Primera pregunta ("¿Quiere que Cataluña sea un Estado"?): 'sí',
2.600.000 personas; 'no', 900.000. Segunda pregunta ("¿Quiere que
Cataluña sea un Estado independiente?"): 'sí', 1.500.000; 'no',
1.100.000.
¿Gana la independencia con 1.500.000 votos a favor pero con
2.000.000 de personas que habrían dicho 'no' a la independencia?
¿Independencia con menos votos? Parece evidente que lo que brilla por su
ausencia es la claridad. Junqueras no tiene dudas. Sin embargo, no está resuelto.
Al final, ni una pregunta, ni una respuesta binaria, y menos, aún, un
resultado inequívoco. La política autonómica catalana tiene estos
vaivenes. Nada nuevo. ERC, estando en el primer tripartito, confeccionó
como el que más -si no fue el que más- un nuevo Estatuto de Autonomía de
Cataluña... para acabar pidiendo el voto para tumbarlo." (Daniel Tercero, Crónica Global,Viernes, 13 de diciembre de 2013)
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