"Martí Saballs, subdirector de Expansión, este jueves en un apunte en su blog:
(...) En un reciente debate en televisión después de que uno de los
tertulianos hablara pestes de Extremadura, me enojé. Le pregunté si
había estado en Mérida, Trujillo, Cáceres, Guadalupe… o si conocía algo
de esa región. Hoy, sin ir más lejos, me han comentado que las dos
ciudades más avanzadas de España en desarrollo de nuevas tecnologías son
Gijón y Santander. ¿Quién lo sabe?
Hay otra leyenda negra que se ha expandido en algunos ámbitos de la
sociedad catalana que me parece una burla al sentido común. El “Madrid
nos roba” o “Madrid nos expolia”. En serio, hay personas en Cataluña que
parece que se creen que viven en un país tercermundista.
Algunos de
estos, en posiciones políticas, si fueran afganos serían talibanes.
Aquí, creo, van en burka por su pueblo. En los últimos treinta años, Cataluña ha sido una de las regiones europeas que más ha progresado.
Su PIB se ha situado un 20% por encima de la media europea. En quince
años, el PIB ha subido un 33%.
Las infraestructuras en Cataluña, aun
mejorables -como en todos los sitios- no tienen nada que envidiar a
ningún lugar. Las inversiones del Estado en el Puerto de Barcelona, en
el aeropuerto, el AVE, las infraestructuras viarias. Cualquiera que haya
atravesado la frontera con Francia o incluso viaje a Alemania, sabe que
no estamos nada mal. Hay un problema debido a la crisis y a la gestión
del gasto en años pasados. Sí, pero como en el resto del país.
Separadores y separatistas se siguen retroalimentando. Por desconocimiento o por malicia
para justificar motivos de supervivencia política. Por supuesto que hay
que mejorar el sistema de financiación autonómico y ordenar las
competencias.
Por supuesto que no se puede castigar a las CCAA que
soportan la mayor parte del peso del gasto en sanidad y educación; pero
esto no justifica romper.
La ciudad de Nueva York ya sería
independiente. Se pasan los días quejándose de que Washington no
invierte en infraestructuras en la ciudad acorde con los tributos que
allí se pagan.
No todo el mundo piensa así, afortunadamente. Otro empresario,
leonés, comentaba que cuando viene a Barcelona por trabajo, siente esta
ciudad como suya. Decía, textualmente:
“Es un orgullo como español tener la Pedrera y la Sagrada Familia”.
De la misma forma, somos muchos más de los que parece los catalanes que
cuando vamos a Madrid o cualquier otro punto de España nos sentimos en
casa’. (lavozdebarcelona.com, 21/03/2013)
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