1/2/13

Andalucía y Cataluña copan la inversión del Estado



"En términos absolutos, y a falta de que la Generalitat haya ofrecido sus propios datos, Cataluña no solo no es la autonomía con menos infraestructuras públicas: en realidad es la que más acumula.

 El stock de capital público (suma de todas las inversiones realizadas y su posterior depreciación) hasta 2009 alcanzó los 56.800 millones de euros, una cifra incluso superior a la segunda de la lista, Andalucía, con 56.260 millones de euros, según el informe El stock y los servicios de capital en España y su distribución territorial y sectorial (1964-2010), elaborado para la Fundación BBVA hace un año.

Cataluña es además, después de Andalucía, la autonomía que más infraestructuras ha conseguido del Estado en la última década, según un análisis de las dotaciones presupuestarias elaborado por EXPANSIÓN. Ambas suman casi 60.000 millones en infraestructuras en la pasada década, lo que representa un tercio de todo lo invertido en las comunidades autónomas.

 Cataluña ha recibido en la última década el 14,5% de la inversión pública dotada en los correspondientes Presupuestos Generales del Estado entre 2004 y 2013, por un importe conjunto de 27.730 millones de euros. Esta cantidad solo es superada por Andalucía, con 31.755 millones de euros.

Estas cifras solo contemplan la inversión regionalizada en la presentación de las cuentas de cada ejercicio, pero no otros capítulos que incluyen transferencias de capital para inversiones o créditos no determinados en su inicio para cumplir con las disposiciones estatutarias de las autonomías. 

En el caso de Cataluña, este reajuste supone al menos 3.300 millones adicionales durante los 10 últimos Presupuestos que no fueron concretados en el momento de su elaboración (contabilizada entonces como inversión no regionalizable).

¿Tiene motivos Artur Mas para quejarse con la amargura mostrada en los últimos años por el llamado déficit de infraestructuras? Lógicamente sus reclamaciones están orientadas a vincular el importe de las inversiones con factores más determinantes que su volumen absoluto, como son por ejemplo la población o el peso relativo de la autonomía en el PIB (el peso económico de Cataluña en España alcanza el 18,7% y sus habitantes suman casi el 16% del total del Estado).

Cataluña sí podría sentirse discriminada en este aspecto, aunque junto a otro gran grupo de comunidades que tampoco han sido tratadas proporcionalmente por el Estado en estos términos, incluso peor.

La Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Baleares y, hasta la propia Andalucía, son regiones que han recibido inversiones por debajo de su peso poblacional. En un ranking de inversión por habitante, Cataluña ocuparía la undécima posición entre la 17. Por debajo de ella se encuentran Madrid, Valencia, Baleares, País Vasco, Navarra y Canarias.

“En relación al PIB o la población, las regiones del arco mediterráneo tienen dotaciones bajas, en relación a su superficie, no tanto, porque son más densas”, señala Francisco Pérez, director del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y coautor del documento.

En este sentido, Castilla y León o Castilla-La Mancha han recibido inversiones por un importe relativo mayor, aunque deben tenerse en cuenta factores como la extensión territorial (mucho mayor) y la conectividad. ¿Debe contemplar Cataluña la inversión realizada en Aragón o Castilla-La Mancha para que Barcelona esté unida con Madrid mediante la alta velocidad ferroviaria?

El stock de capital público en Cataluña es inferior a su peso económico, según el estudio de la Fundación BBVA y el IVIE. El primero supone 18,6% en 2009, frente a una inversión del 15,6% sobre el total español. Valencia tiene un peso en el PIB del 9,7% y su capital público supone el 9%. Madrid, con una economía que aportó el 18%, ha acumulado el 12,2%.

El catedrático de economía aplicada de la Universidad Complutense, Rafael Myro, considera que la inversión en Cataluña ha sido más baja que lo que debería recibir, al igual que en otras regiones: 
“Las inversiones desde la Administración Central en Cataluña, como sucede con las de Madrid, se han asignado con niveles bajos en términos per capita, no en volumen, y de ahí, las quejas sistemáticas de Cataluña: ha habido un planteamiento de las infraestructuras más distributivo que potenciar los ejes económicos”.

Cinco comunidades con disposiciones concretas en sus estatutos autonómicos (Cataluña, Andalucía, Aragón, Islas Baleares y Castilla y León) fijan una determinada proporción de inversiones que deben realizarse en su territorio independientemente de la dotación conjunta. 

Este hecho condujo entre otras cosas a que tanto la Generalitat como la Junta andaluza presidida por el PSOE recibieran en los primeros presupuestos de la recesión (2009), elaborados por el Ejecutivo de Zapatero, una dotación superior a la del ejercicio anterior, a pesar de que el conjunto del Estado se viera rebajado, en detrimento de otras regiones que fueron castigadas, como Madrid, La Rioja y Canarias.

Es cierto que los Presupuestos del Estado en los últimos ejercicios han incumplido la premisa de invertir en Cataluña lo mismo que aporta la autonomía al PIB español. 

Mientras que desde la Generalitat se ha visto como una ilegalidad, lo cierto es que el Constitucional dictaminó en la sentencia del Estatut en 2010 que tal disposición no puede ser vinculante, ya que un texto autonómico no puede suponer un mandato obligatorio a la hora de elaborar una norma estatal, como son unos Presupuestos."        (Expansión, 15/01/2013)

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